miércoles, 30 de septiembre de 2020

Recordando a los poetas: Eladio Cabañero López


 Eladio Cabañero Nació en Tomelloso (Ciudad Real) España el  6 de diciembre de 1930. Falleció en Madrid  el 22 de julio de 2000. Enterrado en el cementerio Municipal de Tomelloso

 

 DE ELADIO CABAÑERO Y DE SU LIBRO “DOCE POETAS ALREDEDOR DE UNA MESA” (1958-1961

PUBLICADO EN 1970 EN Barcelona POR Plaza Y JANÉS

 

El POEMA

 

Amigo Carlos

                             (A Carlos Sahagún, joven amigo nuestro)

 

Bello es estar delante de un paisaje

sin sombrero, de frente,

a media altura el corazón del traje,

sin tapa, transparente.

 

Prudentes hay que desconfían

del tiempo más que de la muerte,

hombres que no varían,

piedras calladas, roca fuerte.

 

Tú, Carlos, con un ave de alegría,

con un pájaro listo en la cabeza,

eres, apenas hombre todavía,

un rehén de la belleza.

Tú, amigo, enamorado de la gente

-bien se te ve en la cara-, tú aterido

de amor, de mundo de repente

tan niño huérfano afligido.

 

Tú, Carlos, sabedor que lo de menos

es ya que el paraíso sea mentira,

que Eva baile y se chispe, si entendemos

que es bueno el aire cuando se respira,

que es bueno hablar a veces de otras cosas,

robar panes y libros, no dinero,

desconfiar un poco de las rosas

que se crían -¡ milagro¡- en el tintero.

 

Es bueno gastar bromas, mover risa,

hablar mal de los tontos y los malos,

aborrecer la brisa

que no orean otras frentes, quebrar halos.

 

Y es bueno hallar verdades verdaderas,

mirar la hierba verde, verde,

no recordar otoños, primaveras,

todo eso que se pierde…

 

 

Cuando Eladio Cabañero estaba ingresado en una cama del Hospital de la Princesa de Madrid, yo toqué la puerta de su habitación para pedir permiso, tímidamente, para poder pasar y verle; desde adentro me dijo una voz de mujer, adelante: abrí despacio la puerta y Eduarda Moro, su esposa, se acercó a mí y me acercó a la cama. Sonriendo le dije a Eladio que probablemente no me recordaba y él, tendiéndome sus manos, con una amplia sonrisa me dijo que sí, que como no y hasta me acuerdo de cuando comí en tu casa con tus niñas sardinas fritas y un huevo frito.

En un ángulo de la habitación, sentado y en silencio, estaba Carlos Sahagún, su amigo. Después en aquella calurosa mañana del  22 y 23 de julio del año 2000, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Tomelloso, por la tarde y la noche sentado en silencio estaba velando al poeta su amigo, Carlos Sahagún. Ningún otro poeta. Fue su amigo hasta la muerte. Por eso he  elegido este poema de Eladio Cabañero, en homenaje a los dos poetas y a la amistad.

 

 

                                                       Natividad Cepeda

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