miércoles, 28 de septiembre de 2022

Escultura de Madre con hijo muerto expuesta en Berlín

 


 

 

Yo estaba allí

mirando aquella madre rota de impotencia y dolor.

Miraba la escultura llena de ese mismo vacío

de soledad y pena.

Me acerqué indefensa,

débil,

como mujer y madre

pensando en el abismo de la guerra.

Yo estaba allí

sin lágrimas porque el dolor impide que salgan de los ojos.

Me acerqué y sentí el peso de la muerte.

La indefensión de la pérdida

de millones de madres…

de millones de padres…

de miles y miles de personas que lloran

el reguero de muerte que deja cada guerra…

Afuera ondeaban banderas ucranianas

en señal de protesta y de dolor.

Yo estuve allí, frete a frente

mirando la negra escultura de Käthe Kollwitz

“Madre con hijo muerto” en su misma ciudad:

Berlín.  Y con ella y conmigo

a todos los que el dolor los signa

por oscuros verdugos drogados de poder.

Dolor  por cada pueblo que es aniquilado.

Desgarro por inocentes victimas

y ese ahogado llanto que se aloja en el útero

de las madres del mundo.

 

Natividad Cepeda

 

Escribí éste poema después de  ver y quedarme mirando la escultura de Madre con hijo muerto expuesta en Berlín. De comprobar que ondean banderas de Ucrania en ventanas de viviendas normales en protesta alzada al viento del exterminio de la guerra en Ucrania.

Lo escribí recordando esta guerra actual en mi Europa y por cada una de las guerras actuales donde se sufre y perece. Y por todas las guerras acaecidas a lo largo de la Historia humana, tan deshumanizada.

El edificio de, La Nueva Guardia, fue construido en 1818 para conmemorar la derrota sobre las tropas napoleónicas y celebrar la liberación de Berlín. Es uno de los mejores ejemplos del neoclasicismo alemán. Presenta en su fachada un pórtico formado por columnas dóricas que le aportan un aire de grandeza.

 

A lo largo de los años el edificio ha cumplido diferentes funciones conmemorativas: a partir de 1931 fue tomado como monumento en homenaje a las víctimas de la Primera Guerra Mundial; en 1960, fue el lugar de conmemoración de las víctimas del fascismo alemán y, hoy en día, es un lugar que pretende homenajear a todas las víctimas del mundo, ya sean de las guerras, del fascismo, comunismo, fanatismo… o cualquier otra injusticia.

 

El gran edificio de La Nueva Guardia ha sufrido diversas remodelaciones en su interior, albergando durante diferentes épocas una llama eterna por los restos del  soldado desconocido.

…y yo agrego por los niños, ancianos, mujeres  y hombres que mueren a causa de las guerras, porque no solo caen jóvenes soldados en las contiendas de guerras, también sucumben personas de toda edad y condición social.

 

A fecha de hoy, está habitado tan sólo por una conmovedora escultura de una mujer que sostiene en sus brazos el cuerpo sin vida de su hijo (Madre con hijo muerto de Käthe Kollwitz).

La escultura, que se encuentra situada bajo una gran abertura en el techo, expuesta a las inclemencias meteorológicas, soportando el frío y la lluvia, representa el sufrimiento del pueblo. Es por ello un lugar que emociona hasta hacer reflexionar sobre el sufrimiento erróneo de la guerra.

La entrañable escultura de una madre que estrecha entre sus brazos a su hijo fallecido, resulta especialmente conmovedora en contraste con el grandioso edificio, que hace que aún parezca más solitaria.

 

Se encuentra en la Avenida Unter den Linden, un lugar, La Nueva Guardia, y que hay que conocer si se visita Berlín por el mensaje humano que representa para concienciarnos de que la paz entre los pueblos es signo de amor, civilización  y continuidad entre todos nosotros.

 

 

Natividad Cepeda

 

https://anchor.fm/natividad-cepeda/episodes/Yo-estaba-all-e1og7pk



lunes, 5 de septiembre de 2022

Libertad, tesoro peligroso

 

El desafío de no seguir acatando lo que otros quieren imponer a las mayorías es un acto de valentía. Valentía que hoy apenas  existe. La actualidad  se ha vuelto poderosamente restringida - no se debe decir censura porque a quienes lo dicen lo etiquetan – con palabras que definen al atrevido o atrevida que da su opinión en libertad. Al menos eso se nos dice, pero no es del todo verdad.

Escucho noticas absolutamente disparatadas y amparadas por la ley: se protege el derecho al aborto en jóvenes de 16 años aludiendo a su libertad y además siendo menores de edad los padres no tienen derecho alguno a opinar. Curiosamente en España nos faltan nacimientos porque la familia está desprestigiada. Tampoco recibe ayudas para apoyar esas familias; conclusión somos un país de viejos.

Cuidadito, cuidadito, no se dice viejos, suena mal. Borremos esa palabra del dialogo cotidiano.

Ahora todos somos bellísimos y jóvenes; prohibido envejecer. La publicidad nos insiste en mostrar cremas y más cremas para frenar el envejecimiento mostrando chicas jovencísimas y mujeres sin edades definidas felices y esplendidas. Te compras la crema, te dicen que tienes que consumirla durante un mes o dos, y tres también. Una cremita para el día y otra para la noche. Pasan los meses y se comprueba que aquello de parecerte a la modelo publicitaria no es verdad. Dinero tirado, piensas, pero te callas porque como vas a confesar que no funciona, para que alguna otra te diga, mirándote misericordiosamente, que algo si se te ha notado. Mentira, el espejo te ha dicho que no es verdad. Y como tampoco hay euros para la cirugía plástica pues te compras ropa mona, que no te quita los años, y te vistes de  espantajo para demostrar a los demás lo feliz que eres.

Además cumplimos años estando en forma porque si te quejas te engatusan para internarte en una maravillosa residencia de mayores, no de viejos. Y aparcada la familia, hijos, nietos… se liberan y te visitan en días señalados, porque eso, lo de los días señalados está aceptado y no restas libertad a tu familia que los viejos se vuelven pesados, pesados.

Y, dónde quedó la libertad  del mayor? Mayor, no viejo. Pues entre las paredes del coto cerrado de donde sales para tu entierro.

Digo barbaridades. Porque allí están muy bien atendidos. Claro que sí. Y aislados y solos.

Por eso  está prohibido ser viejos, excepto que seas todavía útil y  eches una mano, y las dos también, para ayudar en lo que te demanden. Y si no te parece bien pues te van manipulando para que pidas la muerte digna, y con una inyección te mandan al otro barrio y el estado se ahorra tu jubilación y los herederos, si hay algo que te quedó, se lo reparten tan ricamente que la vida son dos días y eso del luto es una tontería.

Esta sociedad nuestra está tan adelantada que se cepilla a los niños que nos faltan, y a los ancianos con legado de sabiduría.

Y mejor me quedo callada sin aludir a mi libertad de libre pensadora porque  ya me estarán tachando de exagerada e imposible de catalogar. En fin que eso de la libertad es un sueño y no la fea realidad en la que vivo.

 

Natividad Cepeda