domingo, 23 de diciembre de 2018

Navidad













Al amor de la lumbre del mensaje navideño

todavía es posible acertar a ver la luz de las estrellas
verdaderas, lejanas y bellísimas, misteriosas
e inaccesibles pero necesarias                                              
al igual que la fe en Dios y en las personas.
Poca cosa es la fe cuando no aparece
en los anuncios televisivos.
Pero Dios suena en diciembre
con llanto y con sonrisas.
Suena en el corazón del enfermo sostenido
por la esperanza de la curación y el aliento
de los que lo aman y lo ayudan en su limitación
física porque todos somos muy frágiles.
Llanto por los niños asesinados en las escuelas,
en los campos de guerra, en la desahuciada
batalla del hambre diaria de los países paupérrimos,
en la huida en busca de países en paz.
Niños dentro de la arquitectura del amor
plagados de regalos y atenciones:
Amados niños que sostienen la esperanza
en su mirada franca y limpia confiando
en el mundo que los rodea
sin saber que les traerá el mañana.
Rito de nacimiento remansando
en la alborada del 24 de diciembre
para festejar la venida del Amor, desde el regazo
de una madre que dice Sí, a la vida del No nacido.
El aire de diciembre nos trae el balbuciente
llanto de un recién nacido cuajado
de amor fraternal y por ese discurrir
dentro de un privilegio no entendido
aún, hoy, las gentes de buena voluntad,
siguen encendiendo hogueras en el corazón
del prójimo para calentar su orfandad.
Tiembla diciembre en sus cimientos por el gesto
repetido de que Dios se acuerda de nosotros
a pesar de la avaricia desmedida
de los unos para con los otros generadora
de miserias por doquier. En las manos
del Niño de Belén, hay antorchas de luz
para los desamparados de la tierra.
Por los entresijos del invierno se percibe el canto
de los ángeles diciendo: Gloria a Dios en las alturas
y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad…
En voz baja diciembre escucha el coro
de los ángeles por las calles rumorosas de gente.
A veces hay quien dice, que ha pasado
un ángel, y casi nadie lo cree.
Si los ángeles ocuparan las pantallas
de Internet tendrían muchos seguidores
entonces, la Navidad dejaría de serlo.
Cuando el amanecer se santigua en las mañanas
de invierno, canta tembloroso el orbe;
en ese instante nace en el ajimez del misterio,
Dios, en la Nochebuena.

Mi abrazo de paz para todos los que creemos en ese milagro necesario.
Así lo deseo.

Natividad Cepeda
© 2018 Todos los derechos reservados

Arte digital: N. Cepeda

martes, 18 de diciembre de 2018

Laura Luelmo no volverá a coger en sus manos lápices de colores


           
Laura Luelmo no volverá a coger con sus manos lápices de colores para dibujar  y mostrarnos en sus dibujos sus afanes e inquietudes.
Laura Luelmo  a muerto en esta época tan políticamente correcta con aquellos que asesinan a mujeres de cualquier edad y condición social y, no le devolverá la vida  las tardías lamentaciones de miles de personas desconocidas que ahora, hablamos de ella porque ha sido asesinada.
Laura Luelmo ha sido silenciada porque la frontera del buenismo la ha callado para siempre y, aunque escribamos de ella  a título póstumo, seguirá siendo asesinada mientras las leyes no cambien  en favor de las víctimas y, en contra de los asesinos desalmados que salen gracias a no existir la cadena perpetua por carecer de vigencia.
Laura  Luelmo ha sido ultrajada y asesinada  gracias a la tolerancia  de las leyes  vigentes con los que no cesan de exterminar a las mujeres, aquí y en otros países del mundo con la connivencia de legisladores y mandatarios.
Laura Luelmo no compartirá sus enseñanzas  educativas a los niños de ese pueblo donde el acontecimiento de su   desaparición y muerte lo ha puesto en las primeras noticias de unos cuantos días; después Laura Luelmo, y el pueblo de El Campillo, se olvidarán y los interlocutores de hoy  olvidarán este horrible suceso como se ha olvidado el asesinato de otras mujeres.
Y mi desgarro de mujer es un desgarro viejo y caduco como madre, como hija, como abuela, como nieta…Como mujer ignorada a través de siglos y milenios pariendo hijos y meciéndole en mis brazos para después ser vejada por la corroída maldad de la soberbia de la especie.
¿Llorar, de qué sirve?  Vivimos  en ocasiones con rugidos de rabia e impotencia y  también con ridículas  sandeces de gestos  de estos tiempos tan dados a la imagen y la frase hecha que colgamos en portales de Internet, de whatsapp, twitter y que se hace “viral”. Sí, es esa noticia que  de pronto nos  inunda  y sumerge en su difusión olvidándose con la misma urgencia y rapidez que se extendió. Y  en ese torbellino la vida de una persona no vale nada.
Hoy todos somos Laura Luelmo; ayer fuimos Diana Quer o Marta del Castillo y junto a ellas una larga lista de mujeres asesinadas, niños y algunos hombres; personas a las que el asesino, los asesinos, arrebataron la vida de forma violenta y, a pesar de renegar de ellos y de las leyes que nos desamparan  a veces, hemos salido a la calle a gritar. ¿Para qué? Para nada.
Los lápices de colores de Laura se han quedado huérfanos y las hojas de papel inútiles  sin esas manos que daban vida  a sus personajes de caricaturas. Hemos perdido a una creadora y generaciones de niños y jóvenes a una educadora. La sociedad a perdido a una mujer, poca cosa cuando sobran tantas otras… Las mujeres  siguen sin aprender que la vida es el don más preciado que ni se debe vender ni  se debe perder. Llorar es fácil cuando el corazón se nos rompe. Olvidar también, cuando olvidemos a Laura porque  otro nombre de mujer ocupe su lugar.
Quiero creer  que allá donde Dios pinta de amanecer los cielos tú, Laura ,lo acompañes con tus lápices de colores para seguir trazando caricaturas  entre las nubes y el cielo.





                                                                                            Natividad Cepeda


 Laura Luengo, profesora de Plástica en El Campillo cunado salio a correr deportivamente y desapareció fue encontrada por la Guardia civil el día 17 de Diciembre semidesnuda y cubierta por unos matorrales; ante este nuevo asesinato mi repulsa por tantos asesinatos a mujeres inocentes.
Fotografía de redes .