Desde ese alfeizar el núcleo del museo empequeñece al redondo, ahora museo etnográfico y al mirarlo
tengo la sensación de que aquello no pasó y sin embargo recuerdo como se arrimaban
los remolques a las aberturas donde los
pisadores descargaban con sus manos y los rastrillos las uvas llegadas de las
viñas.
Todo se quedó en el pasado y el redondo mudo parece olvidar en su
circunferencia tantos anhelos y trabajos de los hombres y mujeres que lo
soñaron y nos lo legaron. Por esas tejas curvas se han posado muchas lunas
llenas y el sol las ha ennegrecido con su beso de fuego. en el verano y con su
beso de frío en el invierno.
Desde esa ventana lo miré un día esperando al
presidente de esta Bodega-Almazara de la Virgen de las Viñas y sentí que volvía
un tropel de recuerdo de infancia.
Regresaba mi padre y el Consejo Rector, del
que formó parte durante algunos años, las controversias de las asambleas y los
presidentes que he conocido y son viento de olvido. Esperaba a Rafael Torres Ugena, actual presidente de esta inmensa cooperativa mayor que muchos
pueblos de España con sus creo que tres
mil socios; inimaginable para aquellos fundadores, y miraba la puerta del Museo donde se albergan cuadros
que no todos los tomelloseros han mirado.
Sentía mi pequeñez ante su volumen y mi corazón lo sentía redondo como el del pequeño lagar
donde yo vi moler las uvas. Hasta este trozo de Historia los reyes de España
llegan, para que este pueblo que presume de trabajo duro y esforzado, nos dejen
con su visita el legado de su visita para mostrarlo como un escudo de orgullo
para el futuro, porque este pueblo que
no tiene escudos nobiliarios se siente honrado con los regios visitantes
y falta espacio para alojar a los habitantes de Tomelloso en el recinto de la
cooperativa mayo de Europa, porque todos quieren ver a sus reyes. Aunque luego
digan algunos que son republicanos que de todo hay en la viña de la vida.
A contraluz veo la fotografía y regreso a los recuerdos. Aquellos primeros
socios no pudieron imaginar que sería una alcaldesa, mujer joven y rubia como
las espigas del trigo para la siega, la que
escogería ese lagar para recibir a los Reyes de España, porque cuando
ese proyecto fue realidad, no teníamos ni rey ni reina por este reino español. Y nos faltaba voz a las
mujeres en las leyes vigentes a pesar de saber sumar fanegas y cortar
racimos. Ninguno de ellos imaginó
tantos cambios.
Miro desde la ventana el Museo de Arte Contemporáneo Infanta
Elena que se inauguró el día 23 de
noviembre de 2011. Tiene una superficie de 1700 metros cuadrados repartidos en
4 plantas, alberga la colección permanente que la Cooperativa Virgen de las
Viñas ha ido adquiriendo a lo largo de los años a través de los certámenes de
pintura que organiza anualmente. El día de su apertura e inauguración fue presidida por Su Alteza
Real la Infanta Doña Elena, y por eso lleva su nombre… Fue un acto protocolario con la multitud sintiendo su orgullo al
mostrar a una Infanta de España, lo que la pobre tierra manchega logra de las
manos de sus labriegos.
Dejo de mirar a través de la ventana y
escucho a Rafael Torres Ugena,
habla pausadamente, con la mirada un
tanto desvanecida entre lo que ven sus ojos y lo que percibe en el interior de
su alma; dice estar contento, porque en las liquidaciones anuales la cooperativa
está dentro de las mejores de España.
Pero no ignora que el mercado nacional del vino está difícil, hay que salir a vender a Rusia, China, a otros
países. Proseguir, dice, porque estamos desfavorecidos en muchos aspectos, hay
que arraigar a las personas para que no emigren, la viña evita que la Mancha
sea un desierto…
Desde que se hizo cargo
de la presidencia de la cooperativa mayor de Europa,
ha introducido en ella cambios notables, la han modernizado, elevándola
con las inversiones realizadas, hasta hoy, en una apuesta clara de futuro. Ese
futuro que todos deseamos sea el legado que dejemos a nuestros hijos porque
queremos ser casi tan permanentes e inmortales
como Cervantes y su inmortal novela, porque la historia se repite y entramos en el zaguán del libro y nos vemos
reflejados en ese lugar sin nombre donde todos queremos habitar, porque
necesitamos seguir teniendo ideales y soñar con un hermoso porvenir.
Rafael Torres Ugena, mira
desde las fotografías oficiales con su porte serio e impecable a ese futuro
donde, junto a Inmaculada Jiménez, regidora de este pueblo que se dice ser
ciudad, han logrado que ocupemos una página en el diario de los acontecimientos
que será relatado por los archiveros de
turno para demostrar que por Tomelloso
también los reyes dejaron su firma en
las barricas de nuestra bodega.
Natividad Cepeda
Arte digital; N. Cepeda
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