En los
jardines callan los árboles.
Llora el
silencio.
Buceo en la
sangre de la inocencia
que han
masacrado.
La luz se
quiebra por el follaje
de Peshawar:
tiembla la vida
entre los
libros ensangrentados.
Salta la
muerte por las paredes.
Orgía de
horror.
Zurzo mi
alma con los preceptos
de los
cristianos y los budistas,
con mi
rechazo a los violentos
y mi respeto
para los muertos…
¿y mi
perdón?
Callan los
bosques…
Calla mi voz.
Manual de
sombras en Pakistan;
inmemorian
por todos ellos.
No hay
frontera para el llanto.
Para gemir
soy raíz de árbol,
tierra, para
la sangre del inocente.
Natividad Cepeda
En recuerdo
de las 141 víctimas asesinadas por los terroristas
talibanes en Pakistan, en diciembre cuando muchos millones de personas
esperamos la Navidad. Comparto el dolor de las familias que han perdido a sus
niños y a sus mayores. Dios les ayude a superar tanto dolor.
Un total de 141 personas, entre ellas 132 niños, y 9
empleados, murieron el martes 16 de
diciembre de 2014 en un ataque talibán contra una escuela para hijos de
militares en Peshawar, es el atentado más sangriento de la historia de Pakistán
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