¿Cómo
entender el silencio de Ismael? ¿Cómo comprender la voz que no se pronuncia, la
palabra que se guarda? Muchos se preguntan por qué, cuando pudo salvarse con
una simple declaración, eligió callar. ¿Por qué no dijo que era católico,
miembro de Acción Católica? ¿Por qué no buscó la salida fácil? Porque su
respuesta no estaba dirigida a los hombres, sino a Dios.
El
silencio de Ismael no fue vacío, fue oración. Fue su monte Calvario sin cruz de
madera, con una cruz invisible, hecha de fidelidad y entrega. En medio del
odio, eligió la paz; en medio del ruido, eligió la voz interior que susurra:
“Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2,10).
La
sociedad busca gestos visibles, necesita pruebas, quiere héroes que hablen y se
defiendan. Pero Ismael eligió otro camino: el de los pacificadores, el de los
que oran en secreto, el de los que confían en que Dios ve en lo oculto y
recompensa en lo eterno. Su silencio fue resistencia, fue fe radical, fue amor
que no se doblega ante la violencia.
Hoy,
su ejemplo nos interpela: ¿somos capaces de callar para escuchar a Dios?
¿Podemos aceptar ser incomprendidos por los hombres para ser comprendidos por
el Señor? El silencio de Ismael nos enseña que la verdadera victoria no está en
escapar del sufrimiento, sino en permanecer fiel a la verdad, aunque cueste la
vida.
Que su
testimonio nos inspire a vivir con la misma fe, a abrazar la oración como
fuerza, y a recordar que, en el silencio, Dios habla más fuerte que cualquier
voz humana.
Oración
en el Silencio
«Estad quietos, y conoced que yo soy Dios»
(Salmo 46,10)
Señor,
enséñame
a comprender el misterio del silencio,
ese
silencio que no es vacío, sino encuentro contigo.
Como
Ismael, quiero aprender a callar ante el odio,
a no
responder con palabras humanas,
sino
con la voz interior que susurra tu paz.
Hazme
fiel en la prueba,
firme
en la esperanza,
valiente
para abrazar la cruz invisible
que se
oculta en la obediencia y la oración.
Que mi
silencio sea resistencia al mal,
que mi
oración sea fuerza en la debilidad,
que mi
vida sea testimonio de tu amor,
aunque
nadie lo comprenda.
En lo
oculto, Tú me ves.
En lo
callado, Tú me escuchas.
En lo
pequeño, Tú me engrandeces.
Dame,
Señor, la gracia de vivir como Ismael:
con fe
radical, con paz profunda,
con la
certeza de que tu corona de vida
es más
grande que cualquier victoria humana.
Amén.
Natividad
Cepeda
Tomelloso.
diciembre de 2025
Causa de Beatificación y
Canonización de Ismael de Tomelloso: Estado Actual del Proceso
¿Cuándo se inicia la Causa?
En 2006: Un grupo de laicos
de Tomelloso inicia formalmente la causa, creando una asociación para
promoverla.
El proceso se inició a nivel
diocesano en 2008 en la Archidiócesis de Zaragoza (donde falleció). La fase
diocesana concluyó en 2009 y la documentación fue enviada a Roma.
2009/2012: La Santa Sede
autoriza la apertura del Proceso Diocesano, que investiga su vida y fama de
santidad y es declarado
Siervo de Dios:
La causa de beatificación y
canonización de Ismael de Tomelloso (Ismael Molinero Novillo) está actualmente
en curso, habiendo alcanzado la fase de ser declarado Venerable: El 23 de mayo
de 2024, el Dicasterio para las Causas de los Santos reconoció sus virtudes
heroicas, lo que llevó al Papa Francisco a firmar el decreto que le otorga el
título de Venerable.
Próximos Pasos
(Beatificación y Canonización)
Para la beatificación, se
requiere la aprobación de un milagro atribuido a su intercesión, ocurrido
después de su muerte y verificado por la Iglesia. Una vez beatificado, se
necesitaría un segundo milagro para la canonización y ser declarado santo.
Sus restos mortales fueron
trasladados a la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora en Tomelloso el 20 de
febrero de 2025, a la espera de su posible reconocimiento como beato y santo.
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