jueves, 11 de noviembre de 2021

Las casas Familiares




Recuerdo las casas familiares

otorgándome amor  todos ellos

con ese bien logrado del cariño

que se les da a los niños.

 

Hay veces y ocasiones

que regresan al venir por el aire

los olores  y aromas de guisados

degustados en casa de tíos

y abuelos al calor  de  fogones

y manteles y, aquel decirme,

muy pacientes, como se debe comer

con  buenas maneras urbanamente. 

 

Los patios, y las viejas  columnas

de madera tan pintadas de almagre,

y arriba el viento que soplaba

haciendo tiritar a los grandes

ventanales por donde  me asomaba

para ver como soplaban duendes

que jugaban conmigo al escondite.

 

Aquesto se esfumó  y sin pretenderlo

suspiro  cuando los recuerdo

y me pregunto ¿adónde fueron…?

No me enojo,  melancólicamente

revivo vuestras señas,  aquellas

que relumbran en mi alma vuestra ausencia.

 

 Sin fallos me convierto en vasallo

de aquellos  que libraron la batalla

de vivir y morir prestos a donarme

 su dicha como escudo y blasón de mi linaje.

 

En noviembre  encendíamos velas

por los muertos  y sin triste

plegaria  ni absurda cantinela

además del rosario por las ánimas

se asaban  en el fuego las castañas.

 

Facerlo con vosotros ya no puedo,

más, sí recodaros,  y dejar en el aire

mi susurro sin otro razonar que  recordaros 

y  enseñar  vuestras fotos a mis nietos.

 

 

Natividad Cepeda

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario