Arden los bosques, se elimina la vida. Arden los bosques, se mueren los hermanos árboles. Arden las tierras y quedan carbonizados animales y alimentos. Ardemos de calor en éste verano y seguimos sin culparnos de nuestro abandono en cuidar los entornos donde vivimos.
Olvidamos que en este planeta, la tierra, es nuestra Madre. Olvidamos cuidarla de la misma manera que se olvidan los millones de mujeres abandonadas a su suerte sin Derechos Humanos.
La sociedad humana se ampara y esconde en reglas creadas por seres humanos, unas veces amparándose en religiones exentas de justicia para mujeres y niñas, en otras ocasiones masacrando en nombre de patria o raza. Y así se repite la desigualdad de unas personas en contra de otras a lo largo de la conocida historia Humana. Leemos las mitologías y comprobamos la desigualdad de dioses masculinos y femeninos sin reparar, en ocasiones, que son disparatadas, cómicas y con terribles dramas envueltas esas narraciones en desigualdad y abusos. Y así seguimos permitiendo abusos a niños, a mujeres y a niñas marginadas en países y territorios donde la civilización de la proclamación de igualdad no existe. Y lo sabemos y lo permitimos.
Pero no es solo depravación y explotación en esos países con pensamientos barbaros y sin piedad ni misericordia con esos seres humanos nacidos Mujeres, en vez de hombres; no, lo es también en las esferas de países con leyes democráticas y Derechos Humanos vigentes donde si analizamos esas sociedades visualizamos que en los órganos de poder y decisión de la economía, la educación, y la cultura la presencia de la Mujer es minina. Y es tan obvio que para que se conforme se la muestra como estandarte de avance en todos los campos sociales cuando la realidad es que en la academias, centros de investigación y premios noveles, por citar algunos ejemplos la Mujer es de nuevo número bajo comparada con el hombre. Tema rayado y aburrido porque la misoginia desgranadamente para la Mujer, está dentro de la propia esencia femenina. Y así en los libros actuales los escritores son más valorados que las escritoras en campos literarios como a la hora de formar jurados de Artes y letras donde son escasas las mujeres. También en los galardonados en multitud de eventos culturales y sociales, dándose el caso que en las fiestas locales se enarbola la bandera de igualdad dejando fuera de esos acontecimientos mujeres con suficiente trayectoria cultural en favor de amiguismos, casi siempre masculinos de una tendencia o de otra.
Y nos callamos ante esas estupideces que alimentan foros vulgares donde crece la incultura creándose círculos de “poder” aquí y allá que fuera de esos estadios nadie conoce. Creíamos que el avance de los medios informáticos nos harían una sociedad global justa y equilibrada y asistimos a una sociedad que nada exige y mira hacia otro lado cuando arden los bosque y se violan derechos humanos en millones de personas. Así asistimos a los seres humanos que huyen de conflictos bélicos abandonados a su suerte, como en este momento dramático en Afganistán…y miramos las noticias como si ese drama nos quedara tan lejos como la dioses griegos del pasado.
El fuego destruye la vida y la injusticia crece cuando la dejamos avanzar. Recordemos aquella caída del Imperio Romano del pasado y la oscuridad de la edad Media, sus plagas, sus guerras, su fanatismo religioso, su poder feudal y el hambre que diezmó a Europa. Recordemos el pasado escrito buscando fuentes de verdad y no fuentes escritas manipuladas ayer igual que hoy. Y busquemos lo que está escrito para cumplirlo en al realidad humana y no solo en el papel de libros y mítines inútiles. Ahora hay millones de personas abandonadas a su suerte; a su mala suerte donde según la ONU se estima que el 35 por ciento de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual. Y Según el Banco Mundial, 104 países tienen leyes que impiden a las mujeres realizar determinados trabajos y 18, leyes que permiten a los maridos impedir legalmente el trabajo a sus esposas. Y la Organización Internacional del Trabajo estima que 740 millones de mujeres trabajan en la economía informal, sin protección legal y con acceso o limitado o nulo a los sistemas de seguridad social. Por lo que me pregunto se garantiza todo esto?
LOS ESTADOS DEBEN GARANTIZAR LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES
Los organismos internacionales de derechos humanos, como la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), entre otros, establecen que los Estados tienen la obligación de garantizar los derechos humanos de las mujeres, y a prevenir, investigar y sancionar todas las formas de violencia, así como reparar a las víctimas. Pero aunque ha habido logros significativos, en ningún país del mundo se ha conseguido la plena igualdad de género.
No olvidemos que nuestro mundo es pequeño y que nada es imposible si la maldad se propones arruinar la vida que conocemos. Dictaduras ateas o religiosas, gobiernos sin conciencia colectiva se dan y existen ahora mismo, los conocemos y en cualquier momento nos pueden llegar los gritos de las victimas del mundo porque esas víctimas seamos nosotros mismos.
Natividad Cepeda
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