miércoles, 16 de abril de 2025

Semana Santa en España

 

 


Celebramos la Semana Santa en España y en todo el mundo los cristianos conmemorando la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. En todos los pueblos y ciudades españolas el pueblo saca las imágenes a la calle en una catequesis colectiva mostrando su fe y tradiciones. Se celebran pregones y se escriben poemas dejando que la fe y la emoción nos embargue. Mi poema a la Madre Dolorosa Santísima Virgen María en la que depositamos nuestra esperanza es la petición de este poema en la que se sustenta mi fe.


                 MADRUGADA

 

                                       A Nuestra Señora de la Esperanza

 

En las orillas del día, Inmaculada María,

Madre de todo mortal, nos emociona

tu llanto cuando vemos tu celestial rostro

de lágrimas mojado, y quisiéramos que el aire

se detuviera para ahuyentar tu tristeza

y tu pena por el dolor sufrido e inmerecido.

 

Madrugada, madrugada del Jueves y Viernes Santo,

luces de cera alumbrando a María Dolorosa

anegada de dolor entre claveles y rosas, espinas

y nazarenas portadoras de pesares, y de cruces

silenciosas: Nazarenos, compañero encapuchado

de Jesús el Nazareno ajusticiado en la cruz.

Tarde de llanto y lamento, de oración y penitencia

cogen su cirio de luz y acompañan en procesión

con el corazón transido a Cristo en su pasión.

 

De este pueblo que te aman y te ofrece

con fervor, Madre de nuestra Esperanza,

flores y cera para tu altar y carroza,

y para tu verde manto como las siembras del campo,

plegarias, y la sincera oración de las anderas

que te portan apasionadas de amor, Madre

de los creyentes que en Ti nos refugiamos.

 




Para Ti, traemos, racimos de costumbres,

nosotras, mujeres, que nos miramos

en tus ojos, esperando el milagro de tu amor

para calmar pesares, escondidos en pliegues

de nuestras penitentes túnicas, bajo la noche

estrellada escoltando tus preciosísimas lágrimas.

 

 

Vertemos en Ti, Madre del sumo Hacedor 

todos los sueños y anhelos, lucero del claro

cielo, y de toda galaxia del universo nuestros

días más amargos, y en Ti los depositamos,

y lloramos con tu llanto crecido por todo el orbe

cuando en tú mirada vemos toda la angustia

del mundo, marcada por Cristo crucificado.

 

A Ti regresamos cuando anochece el día

y nuestra sed se calma mirando tu figura,

manantial de dulzura, huerto de nuestra vida,

música celestial y Madre de los silencios.

Remiéndanos el alma por tantas veces rota,

con fervor te lo pido, cruza por nuestras calles

y entrelaza nuestras vidas para de tu mano

encontrar a tu hijo; Virgen de mi Esperanza.

Madre del Dios vivo y faro de nuestra vida.

 

Por los alumbres del día la luna de abril

te besa, y se cobija en la aurora, esperando

tu salida desde tu templo a las calles,

de este pueblo que te adora, mi soberana

Señora, donde Dios en ti se hizo hombre

para morir en la cruz por amor y sacrificio.

 

 

En el mástil de la cruz quiero navegar contigo.

Madre del Resucitado, vela por la paz del mundo

y envuélveme cuando parta a los mares de otra vida

en tu maternal mirada, y cúbreme con tu manto,

María de la Esperanza, para navegar sin miedo

a los mares más eternos para encontrarme contigo.

 

 

Natividad Cepeda

Fotografía Cristo de Dalí. Imagen de Dolorosa de El Escorial.

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