Este trabajo literario lo leí la noche del viernes 28 de abril de 2023 en el Teatro Cervantes de la Villa de Campo de Criptana, absolutamente lleno de publico.
A la Villa de Campo de Criptana hay que llegar con pasión porque vivir sin pasión es no sentir los aconteceres de la vida en plenitud. Y en ese contexto se encuentran los llamados Patrimonios inmateriales. Aquellos que no son tangibles pero si nos conmueven y apasionan y por todo ello hay que protegerlos.
Pisar
la sierra criptanense por primera vez es una experiencia única porque nos
sentimos sublimes y algo en lo más profundo de nuestro ser, intuimos que en esa
elevación sucedieron misterios insondables, tan profundos que nos quedamos en
silencio como si ese lugar nos detuviera y atrapara sin poder evitarlo. No
estamos preparados para vivir ese impacto emocional a causa del ruido que nos
rodea y aturde para escuchar el eje
invisible de la tierra. Y se olvida; olvidamos, que la tierra se mueve constantemente.
Como se olvida la magnitud y fuerza que
emana de las piedras, su grandeza y su
sonido.
Quedarse
a ver caer el sol por el horizonte en su ocaso, en la sierra de Campo de
Criptana, es sentir en sus cambios de color el poder del planeta
en nuestro mismo corazón. Y es entonces cuando el misterio nos cerca en su
silencio de siglos, de milenios y millones
de años los que hicieron elevarse gracias al magma volcánico, rocas
incandescentes del interior y que al asentarse nació la sierra. Abertura materna de Gea o Madre Tierra.
Aquella diosa mitológica de los griegos. Los nuestros, de
ellos somos los nacidos en Occidente.
Gea,
olvidamos su nombre y nos olvidamos de
ella, diosa femenina, de ella nacieron
los dioses y nosotros, hombres y mujeres pobladores de la tierra. Y es
en el silencio cuando sentimos la búsqueda que llevamos dentro en lo
alto de los montes: de nuestra sierra milenaria,
alzada al cielo, sin cobijo alguno, para
que hasta ella llegue la música de las esferas celestes. Después
vinieron los molinos, pero antes de los molinos esta villa ya era tierra de
gigantes.
Tiempo
y profecía, esa extraña secuencia de
creer en lo que se necesita para compartir
el presente con el pasado. Así es como seguimos el hilo conductor de la vida que
nos lleva hasta nuestra dimensión o
relevancia. Y bajo este trazo de sierra
hallamos un pueblo asentado en ella
permanentemente.
Campo
de criptas; silencio para los que se van en el recinto subterráneo de una
cueva. Circulo de piedra para no olvidar a los nuestros. Y así han perdurado
los pueblos desde antiguo.
Cripta para el culto divino, en lo más alto, la
Señora de estos campos, la que
protege y ampara, la que bajo su amparo el pueblo se congrega; Nuestra
Madre la Virgen milagrosa de Criptana.
Creer es ver, sin ver lo inaudito y maravilloso del
alma. Aquello que sentimos y nos brota a pesar de no querer escucharlo. La
tierra alzada al cielo en su
gigantesca sierra desde donde se divisan
los pueblos tendidos al sol de la llanura. Asomada en esa plataforma me he
sentido pequeña, porque que estaba en los brazos poderosos de un gigante.
Piedra,
matriz de lo que perdura, energía que
nos inunda por su conexión con Gea; Madre Tierra. Y aquí estamos bajo las aspas de molinos centenarios y sus
conos de piedra admirados, amados , cantados en poemas, modelados en barro,
pintados y esculpidos en hierro, como lo hicieron sus hijos Eloy Teno,
Francisco Balbuema... Como lo hace Miguel Balbuena, Socio de Honor de este año.
Y con ellos tantos otros,
Isidro Antequera, Ángel Morales, José Díaz, José Manuel Cañas, Andrés
Escribano, Valentín Arteaga, Raimundo Escribano, Carmen Manzaneque,, Ana Iris Simón
Patrimonio
de esta villa alzada al sol manchego que la hace imperecedera en la música de
Luis Cobos, en la maestría de Maribel Beltrán y las voces de su maravillosa
Coral. Con María Zaragoza, María Manjavacas, Carlota Violero, Sara Montiel,
Lola Madrid, a la que le debemos su pasión inmemorial de amor a sus molinos y a
su gente, por encima de sus tristezas y de su edad…
Nombres
admirados a los que hay que recordar, Manuel Angulo Sepulveda, Rafael Calonge,
Manuel Angulo Lopez-Casero, Bernardo Gomez, Ángel Arteaga. Los Manzaneque, Purificación Ortiz… y el Caballero
Hidalgo Enrique Alarcón, alma de cineasta y Profesor de la Escuela Oficial de
Cine. Domingo Miras
Nombres
de hoy enlazados con los de ayer, Jose Antonio Diaz Hellín, José González Lara,
José Aureliano de la Guía José Antonio Sánchez Manjavacas, Micaela de Peñaranda
y Lima… Aquí están esta noche con nosotros. En ellos está el espíritu
cervantino, Nicolás Ramos Pintado, Miguel Ángel Mellado Fernández, otro Hijo
Predilecto y Maestro de la Información
apasionado por el periodismo y su tierra y la poetisa Isabel de Perillán y Quirós
Quedan
nombres, de mujeres y hombres de ayer y de hoy, ninguno anónimo, políticos, maestros,
albañiles, modistas, tenderos, agricultores, bodegueros… Gracias a ellos Campo de Criptana es tierra de gigantes porque en sus hombros se sostiene este
hermoso lugar manchego.
Gigante
en su Historia de casas Nobles y escudos que vemos sin recordar a quien
pertenecieron. Retratos claves del
hechizo de un lugar por donde todavía el encanto de sus calles se percibe sobre
el fondo azul del cielo criptanense, que
es su patrimonio inmemorial de siglos.
Podría
asegurar, quizás soñando, que entre nosotros,
sentado entre el público, Miguel de Cervantes nos escudriña con su
mirada sagaz de novelista, porque en poco ha variado el interior de sus
habitantes.
Necesito
creer que por los caminos llega don
Quijote a defendernos de tantas injusticias actuales. Nacimos para amar y lo
olvidamos. Nacimos para sentir la lluvia en nuestra piel y se nos secan las lágrimas.
Nacimos para olvidar las heridas y nos
empeñamos en que no cicatricen. Cuantas
veces me he sentido amada en estas calles, por sus gentes… Todas ellas, todos,
sois regueros de luz en mi corazón.
No
busquéis, queridos criptanenses la
belleza y el amor fuera de vuestras paredes, recordar, que en la sierra se tocan las estrellas, y el
cielo todavía es vuestro, para beber el
misterio que os circunda y os hace diferentes y únicos en la estela del tiempo.
Natividad Cepeda
Publicado en prensa:Carmen Teresa Olmedo pone en valor la Semana Cervantina de Campo de Criptana acudiendo a la clausura de una edición que premió a Pepe Rodríguez, Ernesto Sáenz de Buruaga, Alfonso Arteseros, Mariló Montero, Manuela Picó, Aracely Alarcón, Miguel Valbuena y Natividad Cepeda
La delegada de la Junta de
Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, resaltó la Semana Cervantina, organizada por la
asociación 'Hidalgos Amigos de los Molinos', al ser "un evento primordial
en la cultura de Campo de Criptana".
En nombre del Gobierno de
Castilla-La Mancha, Olmedo trasladó la felicitación a todos los homenajeados
que, en la presente edición, han sido el chef Pepe Rodríguez, y los periodistas
Ernesto Sáenz de Buruaga y Alfonso Arteseros como Hidalgos de Honor; la
periodista y escritora Mariló Montero y las artistas Manuela Picó y Aracely
Alarcón en calidad de Molineras de Honor; Miguel Valbuena como socio de Honor y
la mantenedora del acto, Natividad Cepeda.
La delegada de la Junta tuvo
palabras de agradecimiento y felicitación para Lola Martínez de Madrid
como presidenta de la Asociación de Hidalgos Amigos de los Molinos,
reconocimiento que hizo extensivo al resto de integrantes "por la difusión
del cervantismo y por el dinamismo social y cultural que aportan a Campo de
Criptana.
Publicado
en el diario de La Tribuna de Ciudad
Real (España)
sábado,
29 de abril de 2023
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