Ha muerto por un tiro en la nuca
a las 6,30 horas, de un domingo 13 de julio
de 1997 Miguel Angel Blanco Garrido.
a través de la
Historia,
usurpado a Dios, y en su nombre,
anticiparon la muerte de los seres humanos.
Un hombre empuña una pistola
a su lado hay otro hombre maniatado.
Se escucha un disparo.
El hombre maniatado e indefenso cae.
Sólo
ha muerto un hombre.
Sólo.
El pistolero sin mirarle se guarda la
pistola.
Es un terrorista que ha cumplido con su
oficio.
Matar.
Caín se aleja sin mirar a su víctima.
Desde las alturas Dios enmudece.
Vuelan pájaros temerosos de los hombres.
Un ángel de luz recoge gotas de sangre.
El ángel es una ráfaga de aire que nadie
ve.
Innumerables veces sobre la sangre vertida
ha dejado su aliento, su desamparo, su
dolor
escrito en las paredes del mundo.
La vida arrebatada es siempre inenarrable.
Llora el ángel.
Lloran millones de víctimas.
Llora inconsolable la estatura caída del
Hombre.
El muerto maniatado en su profundo
silencio
grita libertad en el último estertor
agónico.
El pistolero sin volver la cabeza
hecha a andar escondiendo su cobardía.
Avergonzada la muerte calla.
Se aleja
sin conciencia el terrorista.
Llora una mujer que no entiende de
pistolas
Llora el pueblo bajo el peso de las
lágrimas.
La madre recoge el despojo y se muerde
sus entrañas.
Emerge un grito, seco, aterrador y universal
Hay millones de corazones rotos.
Millones de voces que claman libertad,
justicia, paz...y el pueblo grita ¡BASTA!
Nada Más.
Con sabor agridulce se sacude el miedo
el pueblo que entierra al inocente.
La muerte no doblega ni pone de rodillas
a los que
aman la libertad y la defienden.
Un hombre ha caído,
una mujer,
un
niño...
Riega el llanto la tierra y la fecunda.
Un ángel deja caer gotas de sangre;
sangre de la que nacen amapolas.
Amapolas de sangre, amapolas de vida
sobre la dolorosa cicatriz del pueblo.
Un pedazo de pueblo que no huye,
el que entierra a sus muertos
y apuesta por la vida.
Nos redime el dolor,
Nos redime y nos salva el amor,
siempre nos protege del mal.
Porque
el terror jamás ahogará la libertad.
Dios no da la vida. Dios nos hace libres.
Natividad Cepeda
Hoy hace 13 de julio de 2016 hace 19 años que Miguel Ángel Blanco Garrido le acallaron su voz: Hoy sigue siendo injusta su muerte. Y
la de todas las víctimas asesinadas por el terror.
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