sábado, 26 de septiembre de 2020

La actualidad de Francisco de Goya y Francisco de Quevedo en nuestra triste actualidad diaria.


 

Es triste para mi contemplar este cuadro de Francisco de Goya que se ha dado en llamar  “A garrotazos” Es triste porque tiene razón hoy también este cuadro cuando ha pasado el tiempo sobre el cuadro y no sobre algunas malas mentes.

Yo, que durante tanto tiempo creí en la bonanza donde mis hijos perduraran respetando ideas y creencias sin atacar las leyes que mi generación votó para en paz prosperar en cultura y bienes…

Yo, compruebo, que ahora esa bonanza se está resquebrajando sin límites negando desde las instituciones el respeto a las leyes que rigen mi país.

Yo, que no temo a mi muerte, pero si temo la muerte de la libertad y los derechos arrasados de una sociedad herida en su salud, herida en su economía camino de la pobreza y la mendicidad, que es una verdad y no una mentira, como las que escuchamos a diario en tantos portales de noticias asfixiadas por  el poder constituido…

Yo, al ver ese cuadro del pintor Francisco de Goya, me pregunto ¿por qué hemos de volver a la pelea, olvidando al pueblo sufriente y olvidado, ese pueblo que calla y no alborota, que trabaja y no medra a costa de los otros, de esos que clavan su aguijón en las economías y viven, gracias a su costa, aludiendo e invocando, salir a pelear a garrotazos, por plazas de todas las ciudades con el mandato cruel y despiadado de lanzar los unos a los otros mientras ellos, los que lanzan proclamas,  se llenan los bolsillos y viven como reyes sin corona  en palacios con sequito incluido?

Yo, después de tantas muertes ocurridas en los meses de atrás, y también ahora, a diario los muertos, sin darles importancia como si esos muertos no fueran de este mundo, me pregunto, ¿A dónde está el raciocinio, la voluntad de no herir más de lo que ya estamos?  ¿Adónde  la lógica y el mirar por nosotros? ¿Adónde nos llevará este incierto presente que nos prepara tan mal futuro?

Yo, en éste empezado otoño me resisto a volver a vivir a garrotazos, esos garrotazos verbales que se alzan para deshabilitar la democracia y volver a la miseria y al odio sin ética ni moral, sin principios de buena convivencia.

Yo,  que solo pido pan y trabajo y respetar las leyes, no entiendo que la gente del pueblo no vea el engaño de azuzarnos los unos contra los otros para herirnos, y dejar en las cunetas actuales, la sangre de todos: nuestra sangre de padres y de hijos… De jóvenes sin horizonte de verdad,

He vuelto a leer a Francisco de Quevedo en ese poema de la pobreza y el dinero  por su actualidad. Confieso mi admiración por su grandeza de escritor y poeta y. mi dolor, por lo que afirma que hoy de nuevo es actualidad cuando afirma…

 

¿Quién con su fiereza espanta

el Cetro y Corona al Rey?

¿Quién, careciendo de ley,

merece nombre de Santa?

¿Quién con la humildad levanta

a los cielos la cabeza?

La Pobreza.

 

¿Quién los jueces con pasión,

sin ser ungüento, hace humanos,

pues untándolos las manos

los ablanda el corazón?

¿Quién gasta su opilación

con oro y no con acero?

El Dinero.

¿Quién la Montaña derriba

al Valle; la hermosa al feo?

¿Quién podrá cuanto el deseo,

aunque imposible, conciba?

¿Y quién lo de abajo arriba

vuelve en el mundo ligero?

El Dinero.

 

Francisco de Quevedo

 

Siglos de ignorancia nos condujeron a la manipulación de los poderosos igual que hoy, por eso la pintura de Goya y el poema de Quevedo tristemente son actualidad.

 

Natividad Cepeda

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