martes, 12 de marzo de 2024

Mujeres discriminadas en esas casas de sus labores

 

         


 Si entramos en la casa una mañana de primavera nos sentiremos inundados del renacer de las semillas en la tierra y veremos la luna en su portal

Si avanzamos por sus pasillos y corredores sentiremos música en el alma cual imágenes transparentes en la serenidad de la noche.

Porque todo en esa casa es música misteriosa. Al andar por el silencio de sus gruesas paredes nos vienen otros seres que adivinamos sin ver.

Y percibimos que toda ella: la casa, es obra concebida por una mujer extraordinaria, y su rastro permanece en cada una de sus estancias.

Aquí, en esta casa, decrece la prisa, y suave el aroma del sándalo nos sumerge en labranzas de sabor campesino con ruedas de norias y molinos.

Hay acorde de violines  alojados en uvas de septiembre que nos congrega a saborear el vino que nos da la tierra para brindar por ella.

Pasa el visitante a ese mágico reducto y se va desnudando de viejos ropajes 

para renacer a un tiempo nuevo.

La casa se alía con el pensamiento de cada uno que la penetra, que la posee y la respeta como algo suyo y ella lo acoge en su seno.

Nada es esquivo al peregrino que busca en ella su reposo, desde el salón con su chimenea, donde arde la leña y se escucha  suave música invadiéndolo todo

No se pueden descifrar sus notas pues todo es raíz del aire que transita en cada rincón de esa mansión hecha para el amor y para la paz del alma que busca  sosiego. Su  acogida se anuda en la epidermis  poesías que se creían olvidadas, y que vuelven cuando descansado en el lecho se recuerdan como un dulce milagro que sólo es nuestro.

Entrar en esa casa es entrar en el cofre de lo que reconforta. Es sentirnos estremecidos por el júbilo a la orilla de lo que subyace en el cuerpo de las cosas más sublimes.

Todo aquí es eco de lo que criba el tiempo. De lo que tiembla en la piedra y la madera. De lo que permanece en el mantel extendido y dispuesto para el yantar del día. Huelen los muebles a membrillo, a la rama seca de laurel, al azúcar tostada para calmar la tos, al arrope  y al queso en aceite. Al romero que salva de cualquier maleficio.

Tenemos en esta casa la oración de las campanas que acuden al oído, ungiéndonos del sagrado tañer ángeles de bronce para custodiar nuestro quehacer y   nuestra prisa.

Mirando la torre de la iglesia  el viajero que ha llegado hasta la casa sin claves

escritas en su diario de viaje, se le desvela el mensaje secreto de su éxodo.

Por el aire intuimos que a todos nos aguardan sonidos. Llevamos en la memoria un bautismo de idas y venidas plagado de emigraciones de color azul.

Azul es la Señora de la casa. Azul el mar y el cielo y el sexto color del arco iris.

Azul es la paz  cuando un ángel pasa por la casa y su huella sobrevive en el patio y en agua del pozo. Pasa, hojea los viejos manuscritos, custodia galerías y pasillos,  deja quietud en las bóvedas de las habitaciones. Pasa la vida por la casa con cangilones de agua bendecida.

Señora de la casa,  Dios la guarde, y el santo del día le traiga  huéspedes de bien con santo y seña. Calla el ama de la casa, lleva en su sangre  cicatrices que no nublan sus ojos. Mirándola, se ve el incendio de la tarde cuando detrás de los olivos viene la noche.

Sobre los campos se duerme el pueblo  quién sabría de ti si se muriera la magia que dejaste? ¡Abre mujer tu casa, ven ama de este lugar donde dicen que te ocupas de tus labores para denigrarte al hacerlo. Ven y en el comedor majo enciende los candelabros!

Hay voces en el zaguán, risas de niños. Anochece, van naciendo jazmines y por la yedra se enredan las estaciones. Yosi, mira desde su cesta las golondrinas. Todo se desmorona. La casa vierte su coraza de amor por las ventanas. Reciedumbre con sabor a miel para el invierno. Ladra Yosi. Luego, todo es silencio sobre las tapias

Y llevados por el encantamiento de sus estancias, pasan furtivas entre los muros madres que amaron cuidar de ella.  Cuidaron sin protestar de los abuelos y de los jóvenes que allí nacieron. Se fueron todos y se olvidaron de las mujeres que la habitaron. Sueña la Casa con aquellas mujeres que custodiaban cada rincón de cada estancia.. Duermen las horas.

Se asoma el alma en ésta casa sobre la aurora. Todo está escrito sobra la tierra. Todo es misterio, palabra y piedra, agua y sendero, niño, vejez, hombre y mujer. Después, la marcha. Se borra el pueblo. La casa  queda en la memoria. Hay que volver. Algo de ella se queda entre los huesos que permanece en nuestro ser.

Algún día contaré que conocí una casa que tenía  alma de mujer y en su carnet de identidad discriminada y despreciativamente  aparecían dos letras S/L  o lo que era igual a  “sus labores”; sin profesión reconocida…

La casa sabe de todo aquello. Entre el silencio de las paredes se escuchan gritos de libertad. Madres que abrieron puertas al aire  de otras mujeres.

Casas que saben de mil trabajos allí oficiados siempre en silencio.

Siempre invisibles. La casa se llamaba hogar y  la mujer era una torre convertida en faro invisible y humilde a la que le negaron reconocer aquél trabajo no asalariado.

Ocho de marzo un día más que recordar a las que hicieron aquél milagro.

 

 

                                                                                Natividad Cepeda

 https://www.cuadernosmanchegos.com/opinion/mujeres-discriminadas-en-esas-casas-de-sus-labores-1055.html

https://www.miciudadreal.es/2024/03/07/mujeres-discriminadas-en-esas-casas-de-sus-labores/

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viernes, 1 de marzo de 2024

Los otros y nosotros

 


                                        

Paso por la plaza  y en los bancos, sentados están los otros; los que han ido llegando de otras partes del mundo.  Sabemos que no son de aquí porque tienen otro color de piel. Los niños juegan haciendo de la plaza su campo de batalla, felices y confiados porque aquí no caen bombas ni hay hambre.  Todos pasamos por la plaza cada uno con su itinerario particular. No nos detenemos a preguntar nada. De pronto escuchamos dialogar  en otras lenguas que no entendemos y los que hablan son de piel blanca y no negra.

No nos extrañamos. Nos hemos acostumbrado a convivir sin mantener contactos con ellos son los extranjeros emigrantes  que muchos piensan que viven a costa de nosotros. Antes llegaron los hispanos con su lenguaje suave y nos parecieron demasiado suaves y solícitos porque nosotros somos cortantes y algo bruscos al hablar, pero nos entendíamos.  Con los otros marroquíes, tanzanos, senegaleses, rumanos, rusos y muchos otros no hemos llegado a intimidar casi nada, salvo que nos hablen en nuestro  idioma y por trabajo nos ayudemos mutuamente.  

Pero los niños  van creciendo en nuestros colegios y hablan nuestro idioma. Son los que se sienten de aquí a pesar de la distancia que todos mantenemos. Hay ocasiones que en los supermercados  nos cedemos la vez, con las mujeres y alguna que otra vez alguna te sonríe y la otra persona, mujer también, le devuelve una tímida sonrisa, apenas imperceptible, y continuamos haciendo la compra como si habitáramos en orbitas diferentes.

Creo que nos tememos porque somos desconocidos y de los desconocidos no hay que fiarse.

A veces ocurre que se forman parejas de diferentes países y nos preguntamos cómo es posible que se hayan apañado dejando de lado, abandonando a la pareja de antes, la que era de igual a igual de familias conocidas y… no con esa o con ese que al saber de quién será.  Pero ocurre y no pasa nada. Pensamos que esto es la globalización mal entendida y hasta algunos dicen que nos hemos vuelto locos con tanto revoltijo de unos y otros.

Cuando cae la noche nos retiramos pronto de las calles porque hay inseguridad autentica y los más viejos, los que no murieron en la pandemia del COBID, añoran aquella tranquilidad de hace años. Todo ha cambiado y para bien o mal nos cruzamos en las calle sin plazas sin conocernos ni hacer nada por cambiarlo. Somos humanos deshumanizados viajando de un punto geográfico a otro sin hallar nuestro lugar.

                                                                           Natividad Cepeda

 

 

lunes, 26 de febrero de 2024

El incierto rumor de las protestas agrícolas

 

                    

 


Desde el seis de febrero  las carreteras se llenaron del ronco sonar de los tractores de España. Desde ese día su rumor está presente en las noticias diarias  de los medios de comunicación. Por avenidas de grandes ciudades transitan como les dejan, a pie y subidos en sus tractores en esa peregrinación indignada  para con su presencia denunciar tanto abandono y perdida de economía en un sector primario necesario, y a la vez, excluido y olvidado por las administraciones estatales.

En el arco de las protestas son grabados rostros de hombre y mujeres  con la huella del aire y el sol en sus imágenes. Rostros sin artificio de maquillajes y salones de belleza o clínicas de estética.  Rostros con la desolación al límite de aguantar durante años injusticias diversas y reiteradas, más constantes en su quehacer, pagando tributos al fisco que los ignora y desprecia al verlos como mercancía vulgar en la rueda social del país; de los países de la Unión Europea.

Y hay que hacer constar que a nadie de los que dirigen en los despachos agricultura, ganadería y pesca le importan demasiado sus vidas ni el tiempo que pasan laborando en sus tierras.  Y ahora están ahí maltrechos, cansados de tanto abandono, y de tanta palabrería inútil pero eficaz a la hora de poner trabas y cobrar impuestos.



El sector no ignora que para los personajes de fábula de los ministerios son nada, un canto de cigarra al que hay que aplastar para que se callen de una vez y dejen de alborotar por donde no debieran estar ni haber llegado con sus reclamos.  Porque el campo ha naufragado tantas veces  que sobran las palabras para definir ese escandaloso abandono. Los poderes  estatales  han carecido de conciencia y, hasta han despreciado su quehacer diario, con absoluta falta de ética ante las aportaciones económicas de un sector asfixiado por el actual sistema globalizado y deshumanizado.

Tal vez dentro de tanta inutilidad  de despachos burocráticos  y cámaras televisivas mostrándonos dirigentes edulcorados y egocéntricos que gesticulan y nos hablan, ignorándonos, como si los demás fuéramos comparsas de muertos,  sin leyes ni cultura, zarandeando nuestras vidas  como marionetas en esta Europa empobrecida y disoluta  con sus drogas y ausencia de valores que arrastra el vilipendio de despreciar a los suyos,  se mirase a las gentes que luchan por sus tierras y hacen posible la prosperidad de los pueblos ahora, no estarían en las calles los tractores y sus gentes.



Nos hemos acostumbrado a que todo vale queriendo ser lo que no somos, autosuficientes y únicos  cuando en esta torre de babel nadie sobra. En la pirámide social la base es la que sostiene la cúspide porque si base no hay  estabilidad  para los primeros de la cúspide.

En la agenda del mes de febrero, de este año bisiesto, el rumor de las protestas quedara anotado en sus páginas y espero que no sea  un oleaje de redes vacías, ni la sombra de un fracaso, las voces alzadas pidiendo cambios justos para un futuro mejor para este sector rural que se muere, y con él nuestro futuro más inmediato.



¿Quién se atreve a decir que la unión no hace posibles los cambios? Cambios a pesar de la pobreza intelectual e insolidaria de grupos políticos que incluso se abstienen de apoyar las huelgas de los agricultores desde su propio ayuntamiento. Reconstrucción es la que necesitamos para elevar un sector primario como el agrícola,  frente al estado actual de incongruencia y disparate de los que enturbian la Comunidad Europea. Reconstrucción sin enfrentamientos para sacudir la inercia de unos dirigentes sin horizontes de permanencia en cada uno de nuestros propios pueblos.

 

                                                                                    Natividad Cepeda

 Fotografías de Internet

Publicado en 

https://www.cuadernosmanchegos.com/.../el-incierto-rumor...

https://www.miciudadreal.es/2024/02/26/el-incierto-rumor-de-las-protestas-agricolas/

https://www.lanzadigital.com/opinion/el-incierto-rumor-de-las-protestas-agricolas/

 

 

 

Este martes 6 de febrero, decenas de carreteras de España amanecieron cortadas por las movilizaciones de agricultores que cruzaron sus tractores en carreteras y autovías, provocando grandes atascos en las principales ciudades. Estas movilizaciones continúan este miércoles y se juntarán a las previstas convocadas por las tres principales plataformas de agricultores COAG, ASAJA y UPA.

sábado, 6 de enero de 2024

 



Se queda la palabra

cual rio de sombras en un ciclo

constante de regueros de sangre

 y metralla de juguetes rotos

en el salvaje ciclo de las guerras.

 

Allí, la vida humana, nada vale.

 

Se queda la naturaleza

sitiada de árboles y escombros   

sin nidos ni  abejas muriendo sin flores   

campando la muerte en  macabro

baile  de malditas guerras.

 

Allí, hay cementerios de muertas ciudades.

 

El mundo es pequeño  para tanto horror.

Por los cuatro puntos

de este año nuevo enero se tiñe

de luto y lamentos. Dos mil veinticuatro

traenos luz y vida y no destrucción.

 

 

Natividad Cepeda

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 2 de enero de 2024

 

http://www.asociacionescritorescastillalamancha.es/el-curioso-impertinente/

WEB http:// www.asociacionescritorescastillalamancha.es/



Enero ha llegado bien venido sea para los lectores de mi blog. Gracias por  encontrarnos desde los cuatro puntos cardinales de la tierra. 

En mi ciudad española recibimos las doce campanadas del nuevo año comiendo una uva blanca cada vez que suena la campanada; después brindamos con vino espumoso o sidra deseando a todos salud, amor y prosperidad para los 365 días del nuevo año 2024. 







domingo, 24 de diciembre de 2023

Navidad con guerras y exterminios


 Dios por diciembre es llanto y sonrisa

al amor del niño bendito de Belén.

Esperanza en el corazón del enfermo. 

Llanto de los niños en campos de guerra.

Mirada desahuciada sin huida del hambre. 

Protección del no nacido a su amparo.

… Y prosiguen  las guerras

muriendo inocentes 

en lugares de los pueblos de la tierra  


Natividad Cepeda


sábado, 2 de diciembre de 2023

Despedir a noviembre

 

                  

 

 

Se ha  marchado noviembre con sus vientos y lluvias barriendo playas y  esos cayucos que dicen las noticias de España que están llegando por cientos y miles hasta las islas Canarias. Al amanecer veo llegar el día envuelto en  azules y rosas de color salmón anaranjado mecidos los árboles por una suave brisa fría que anuncia el próximo invierno.

Me arrebujo en mi suave bata puesta sobre mi pijama y aspiro el aire primero de la madrugada. Sola y en silencio, sintiéndome bañada por la aurora incipiente, imagino como debe ser un amanecer en esas guerras   que nos cuentan, según quien, lo escabroso y cruel de los conflictos. El mar  mece su espuma dejando en la playa la señal de unas ruedas hundidas en la arena.   Desde el cercano pueblo de Alboraya han llegado algunos visitantes a ver el cielo bañarse en las aguas. Lejos se ven sombras de barcos como detenidos en el tiempo frente al puerto, que apenas si se ven unas líneas esbozadas en la distancia.

El mar canta con radiofónico sonido e imagino que deben ser lamentos de todos aquellos que se durmieron para no despertar en el Mediterráneo tan viejo y cansado de asumir tantas catástrofes e ignominias.  África se traslada a estas costas y después sus jóvenes  aparecen por los pueblos de España diseminados y vagabundeando  por plazas y calles donde casi nadie los mira por miedo a los desconocidos. Pasan y pasan hablando con sus móviles a otros que están muy lejos de la vieja Europa adonde llegan con sueños que no siempre se cumplen. 

Dice, y dicen en voz baja, que los traen las bandas mafiosas y después en suelo español, les compran un billete para cualquier autobús que recorre carreteas y autovías. Eso dicen. No encuentran trabajo fácilmente pues sin papeles el pequeño y arruinado empresario, cosido a impuestos  incesantes, no puede contratarlos, porque a los que lo han hecho le han multado hasta tambalearse  su economía.  Es una realidad de la que los implicados en el gobierno español se lava las manos igual  al gobernador Pilato. Nuestro aparato legal carece en muchos casos de lógica.

Y ahora el personal se divide entre los defensores de israelitas y palestinos olvidando quien empezó ese eslabón de borrachera y crueldad  de sangre y muerte.  Las guerras se mueven por avaricia, nacen para apoderarse de tierras y pueblos esclavizando a sus habitantes. Cuando no se viven se perciben lejanas y equivocadamente pensamos que no nos llegarán. Así nos quedamos con imágenes visualizadas desde el móvil, además de recibir la manipulación de las noticias de cadenas de radio y televisión que no siempre son imparciales.

Los europeos dormitamos  en nuestra propia modorra confiados en  ser poderosos, como ayer lo fuimos, pero  hoy eso es harina de otro  costal.  Los lugares y sus dispositivos ante las fuerzas que actúan dirigidas a un fin, como es empezar una contienda, no ignoran las consecuencias posteriores derivadas de esa acción. Por lo que el desarrollo de esa maniobra desencadenará, no solo conflictos,  también muerte y destrucción cruel e innecesaria.   Y en ese panorama geopolítico, tan desconocido de poder analizar para el ciudadano de  a pie, nos encontramos inmersos ahora. La invasión de Ucrania e Israel ha desencadenado la contienda que nos preocupa y divide.  En el diccionario de la lengua española se lee que invasión es entrar por la fuerza u ocupar irregularmente un lugar…

Noviembre  nos ha dejado un rastro de inmisericordia mundial;  tan desmedido y desmesurado que me siento impotente ante tantísima tragedia de personas de toda edad y condición. Y no es bastante  compadecer ya que es insuficiente ante  la adversidad constante.



A esta espiral  seguimos sumando victimas  de mujeres maltratadas, violadas… Violadas  en las invasiones, en lugares protegidos gubernamentalmente, en círculos de amistad y familia porque se olvida con demasiada frecuencia que violar  es atacar con lujuria impúdica y obscenidad a un ser humano: mujeres,  y también a niños y niñas carnalmente. Mujeres trágicamente asesinadas. Víctimas inocentes de aquí y de allá; victimas de cualquier lugar de nuestra globalización.

Hemos dicho adiós a noviembre y diciembre ha llegado con sus canticos navideños cargadito de regalos, pienso que el único regalo universal que deberíamos pedir es la paz en nuestro mundo: paz y amor, ese es el verdadero mensaje del mes que ha empezado.

 


                                                                                                         Natividad Cepeda


Periodices en los que ha sido publicado.

                                https://www.miciudadreal.es/2023/12/01/despedir-a-noviembre/

https://www.lanzadigital.com/opinion/despidiendo-a-noviembre/

https://www.cuadernosmanchegos.com/opinion/despedir-a-noviembre-1011.html