exhaustos de lágrimas en la cruz
que ha dejado la niebla de los meses.
Mojados de tristeza hay bagaje
de adioses en la Historia de dos mil veinte
quedando en el espejo de los días
el peaje pagado a las tinieblas.
A pesar de las lágrimas no perdimos
el abrazo del sol y de su luz;
alucinadamente hermosa iluminó
con su candil nuestra negrura.
La madre tierra, amada
y a la vez destruida, es milagro de sueño
y permanencia cuando todo es ceniza.
En el vasar desglosamos hojas
de calendarios, escanciamos vino de hogaño
y por el año nuevo, brindamos.
Con mi deseo para el 2021 de bonanza en salud, respeto y economía para la convivencia de todas las personas.
Natividad Cepeda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario