martes, 30 de junio de 2015

AL AMIGO

 
                              
        

                             A José María Rodríguez
             

Es  un amigo que llegó desde el sur
con su  bosque de sueños
reencarnado en La Mancha
Alto, como una torre, su estatura de hombre,
y frágil cual cristal de Murano su noble corazón.
Es una figura modelada de viejo caballero,
con su cabello plata y luz de amanecer
en el recinto hermoso del fondo de sus ojos.

Luz irisada de arco iris, para Dolores,
amor que floreció en  los hijos,   
seducción no desvanecida,
y  luz de muchas primaveras en los dos.

José María, es  el  tesoro que ilumina
la senda de la mistad, diamante
que apuntala  esa  cima de nieve
en el recinto de los años.
Y  fruto sazonado bajo el sol
andaluz que ilumina el misterio
de este hombre rondeño.

José María, tiene aire ingenuo
de chico  adolescente,
de movimiento etéreo,
flexible en sus modales,
como la marcha de las nubes por los cielos.

José María Rodríguez es el amigo
que te aguarda, el que nunca  envejece,
el que sabe recordar diálogos
nacidos el calor de la lumbre
de años, y el que alberga en sus palabras
un abrazo de ternura ilimitado,  
parecido al murmullo del mar en el ocaso.
Es el artista que enamora al silencio
de donde mana su fuerza y su empuje,
su alegría, su Edén, entre las paredes
de la casa, su óleo inacabado,
su bodegón de vidrio y oro.

Es el amor sin tiempo ni edad
del Patriarca con su luz inabarcable
como guía que  guarda y  protege a los suyos.

José María Rodríguez,  es la mar hecha
ola de ensueño,
la isla donde arribó su casta,
y el faro donde encallo su  esposa.

Porque todo su porte es de hombre sureño,
juega  a ser inmortal por amor a dos tierras,
a dos pueblos; Tomelloso, manchego,
junto a la gaditana Ronda, 
escribiendo su vida
sin distancia de tiempos.
Almanaque de fechas son los años
vividos, y Dios, marcando el rito
de los pasos  que crecen,
del camino que lleva a sonreír contigo,
porque sólo nos queda, buen amigo,
la amistad que nos diste
                                    con tu abrazo fraterno.

               
                                                                   Natividad Cepeda.
                                      



Este poema  fue leído en la casa de Cultura Francisco García Pavón de Tomelloso  en el homenaje A José María Rodríguez Álvarez,  en las XXIV Jornadas Culturales de la Revista Pasos donde  poetas de la Tertulia Cultural de La Media Fanega recitaron en su honor  la tarde del 11 de noviembre de  2010, agradeciéndole  ser cofundador y presidente de esa Tertulia.  Un 10 de mayo de 2013  se nos fue a recitar al cielo y poner  colores  a las tierras del Sur donde nació en  la gaditana Ronda. Eligió quedarse en la llanura manchega de Tomelloso  por amor. Él y los tertulianos me nombraron “Madrina de la Media Fanega”; que Dios se lo pague a todos los que hicieron posible soñar escribiendo coplas de quintería y poemas rurales llenos de emoción en esas tertulias donde los hombres jubilados supieron seguir siendo personas por encima de sus muchos sueños inconclusos.




 En la fotografía el editor de la revista Pasos, Pablo Ortiz,  José María Rogríguez, la actual presidenta Mari Moreno, las escritoras Natividad Cepeda y Esther de Paz, la concejala Antonia Gómez .


Arte digital.:N. Cepeda

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