jueves, 21 de marzo de 2013

…y todavía Miguel Hernández se derrama en el air


Cada año, el 21 de marzo, la UNESCO celebra el Día Mundial de la Poesía. La decisión de proclamar el día 21 de marzo Día Mundial de la Poesía fue adoptada durante la 30ª reunión de la UNESCO celebrada en París en el año 1999.

 «La poesía es una de las expresiones más puras de la libertad de la lengua. Es un elemento constitutivo de la identidad de los pueblos; encarna la energía creativa de la cultura en su facultad de renovarse sin cesar.»
Mensajede la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial de la Poesía, 21 de marzo de 2013     
                                           
Con este poema mi homenaje a todos los poetas. A los poetas amigos que admiro y respeto por su valía personal y poética, y a todos los poetas que me ayudan a ver la belleza de la vida a través de sus libros de poesía. Un hermoso legado para todas las generaciones. Gracias  a todos ellos.


…y todavía después de tantos años la guerra no termina,
siguen naciendo niños  con hambre, y las mujeres
quedan huérfanas de padres y maridos en  pueblos de vastos  continentes.

También, Miguel Hernández, 
se taponan las bocas a todos
los que escriben palabras sin reservas.
 Cuanto digo es tan cierto como que tú persistes
derramado en el aire lívido de la brisa
por donde  yaces sin ausencias

Yo vengo sin materia a escuchar tu latido
derramado en el aire que canta tu firmeza.
Pródigo tú, en el hilo que se opone
a la muerte renovando la vida
en tus  versos, que nos salvan del silencio absoluto.
Porque todo lo tuyo fue un nido de hermosura
con orillas de lágrimas sin límites
 tu voz no es posterior a la esperanza.
En medio de la pugna que enfrenta a los mortales
tu redoma de versos, Miguel, es un mar luminoso
con rescoldos de amor que encienden nuevas brasas.


Quedan, aún, hoy, Miguel Hernández,
niños yunteros de mirada huidiza; niños viviendo
en ciudades corrompidas, sin llanto en sus pupilas,
ni poetas que canten su tragedia.
Para salvarme de olvidos,
vuelvo a ti, para juntar mi angustia con la tuya
y, me duele este niño hambriento que se nutre
de miseria, de dolor y  abandono;
igual que los niños tuyos muere, y como raíz se hunde
en la tierra lentamente

…y todavía tú clamas en el siglo XXI del temor y de la dicha
cuando el poema interroga…
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?

¿Quién rebasará el escollo de matar al inocente?

En el silencio del viento la historia se vuelve lluvia,
llanto de bruces inútil cantado por los poetas.

 
                                                                                                       Natividad Cepeda




 Este poema se leyó el 5 de diciembre de 2010 en un acto – homenaje organizado por el Comité de las Jornadas Poéticas de las Lagunas de Ruidera en el centenario del nacimiento de Miguel Hernández y publicado en una edición artesanal  por la organización convocante.


 Arte digital: N. Cepeda

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