martes, 2 de diciembre de 2025

Navidad perdida





Ha llegado diciembre y por las ciudades y pueblos se encienden luces brillantes anunciando la Navidad. Es una Navidad que ha perdido su autentico significado. El significado del amor. Amor universal porque para eso nació mi bendito niño Jesús en Belén. La Navidad era reunión familiar y sacar las figuritas de barro del belén y ponerlas una a una hasta completar aquellos maravillosos belenes en nuestras casas; en nuestros hogares sin necesidad de luces de colores pero si con mucho amor. Ahora eso lo hemos perdido y nos conformamos con las luces fatuas y eléctricas de las calles. Lástima de mi Navidad.





Diciembre llega, con frío en la piel,
con luces que arden sin alma ni miel.
Las calles se visten de oro y cristal,
pero en los corazones… ¿dónde está el portal?

Escaparates gritan: compra, consume,
mientras el amor se oculta en la bruma.
No hay pesebre humilde, ni canto de fe,
ni el Niño dormido en su lecho de pajas.

Añoro la risa sencilla y callada,
la mesa pequeña, la voz que abrazaba,
el barro del belén, la zambomba sonando,
y el pajarillo de barro cantando.

Hoy todo es ruido, banquetes sin norte,
luces que ciegan, monedas que escapan,
y el alma, desnuda, tiembla en la noche
buscando el calor que el tiempo arrebata.

Navidad… regresa con tu esencia primera,
con tu humilde cuna, tu amor que consuela.
Que el brillo no mate la luz verdadera,
que el corazón vuelva a ser tu frontera.

 

     


                                             Natividad Cepeda

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