sábado, 27 de julio de 2024

 

ESTOY PENSANDO EN TI, va amaneciendo y el humo

se lleva en espiral el último lucero.

a mi edad las mujeres no sueñan -al menos dicen eso-

pero mi sangre brinca como sí con la temprana claridad

mi corazón de tanto amarte fuera una torre

dulce de claridad sin nombre.

 

Tendría que arrancarte de esta niebla que envuelve

el aroma del día, pero sería inútil porque avanzas

con tu voz tenuemente por todos los sonidos.

Me retienen tus ojos -su periplo que ensancha

el mundo de mis sueños- y sólo sé que te amo

sin otra compañía que el alba.

 

Yo debiera quedarme

anunciadora de tus manos que ahora van afirmado

el día, esa forma azulada del paisaje o la evidencia

que tengo de que tú me sostienes frente a los matinales

himnos. El barrio se despierta, la luna aún tiene,

los dientes apretados. En el respaldo del sillón el gato

se acurruca y la persiana, al balancearse,

golpea los cristales.

 

Escribo de tus dedos que recorren la línea de mis labios

para tallar tu tacto y que yo no lo olvide

aquí cuando la vida a los dos nos espera

y aún hacemos cuentas para soñar y amarnos

inexplicablemente, que no tengo otra cosa que amarte

ya lo sé. ¿Pero acaso me importa? Te aguardo

sin reloj para estrechar tus manos y ver amaneceres

mirándome en tus ojos mientras los niños nacen

y tú y yo reiteradamente nos dejamos morir

hechos solo palabras o este verso donde digo

que estoy pensando en ti.

 

Poema de mi libro “Solo creo que llueve”, Un libro de poemas de amor y ausencia donde la voz de la mujer escribe al hombre que ama recordando lo vivido a su lado y como quiere seguir viviendo con él toda su vida.

Natividad Cepeda


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