domingo, 31 de marzo de 2024

La paz del galileo

 



Bajo la tristeza de los días de pasión y muerte

el viento ha traído agua cual lágrimas

del cielo por el suplicio del buen galileo

allá en Jerusalén donde se repite la muerte

de miles de injusticias de muchos inocentes.

 

Igual que ayer los ejércitos  destrozan,

traicionan y mancillan la vida regando

con  la sangre caída senderos de dolor.

 

Mas la lluvia caída en esta primavera

embellece campos y jardines urbanos

haciendo que broten las semillas

reverdeciendo árboles entre flores

y sembrados alfombrando los campos.

 

Desde mi infancia tan  lejana viene

la celebración de la Pascua Florida

por el Resucitado que venció a la muerte,

pilar de la fe de los  míos, generación

tras generación, y recojo el testigo

de ese renacer de fe en cada primavera.

 

Me dejaron ese legado de celebrar la vida

sin oscuros presagios de rencor en las redes

del mar que es mi vida. Porque la vida es viaje 

de lluvia presentida a pesar de esas otras sequias

que nos dejan estériles los páramos del alma.

 

Ahora en esta primavera tan fraguada

de guerras  en el yunque del mundo…

solitaria en mi súplica, agradezco la lluvia

que restituye fuentes y nos lava heridas

que casi nunca vemos en el dolor ajeno.

 

Allí, donde se masacra la vida con extrema

violencia y  desatino atroz, quisiera

que la lluvia de marzo  limpiara las conciencias

de tanto desamor y nos trajera  el viento

la paz del galileo que nos dejó su amor.

 

 Natividad Cepeda © 2024

 

 

 

 

 

 

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