sábado, 20 de febrero de 2021

¿Adónde vamos con tanto descalabro?


Desde hace días las manifestaciones en contra de la condena por exaltación de terrorismo a un rapero se han sucedido, mayoritariamente en Barcelona, también en Madrid  y en algunas otras ciudades, en mayor número en Cataluña.

Los violentos han destruido y quemado contenedores, apedreado a los cuerpos de seguridad, arrancados adoquines con picos, destrozados escaparates de tiendas, asaltando tiendas con pillaje incluido, destrozando mobiliario urbano, agrediendo a personas que  circulaban por las calles en esos momentos y una serie de hechos salvajes de anarquía y desgobierno tal que nos tienen confundidos y hasta atemorizados ante la fuerza agresiva y destructora de los grupos violentos.

En medios de comunicación se ha denunciado los altercados  de los activistas y la participación alentada por miembros del Partido Unidas Podemos,  y también sobre  los silencios  del Presidente Sánchez en las primeras horas   y las 24 horas que el Ministro Marlasca tardó en salir a defender a la policía.

La sociedad se pregunta ¿quién pagará los daños sufridos por los violentos radicales que dejan tras de sí coches quemados, y tiendas saqueadas y rotas sumando todo esto a la ruina ocasionada por la pandemia del coronavirus?

La pregunta que se hace y se plantea  en grupos sociales y familiares es ¿porque se consienten las barricadas y los cortes de autovías en claro ataque a la sociedad que sostiene la exigua economía actual?

En el Diario de El País se ha podido leer lo siguiente “La fractura entre el PSOE y Unidas Podemos dentro del Gobierno se extendió el pasado jueves al área de la seguridad ciudadana y al Ministerio del Interior al cuestionar la formación que lidera Pablo Iglesias la actuación policial ante las protestas violentas tras la detención del rapero Pablo Hasél y al eludir ese partido la condena de los disturbios”

El Ministerio del Interior respondió con un tuit oficial: “Nuestro reconocimiento a la labor de la @policia y del resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad garantizando la seguridad de todos frente a los altercados provocados por una minoría de violentos. Deseamos la pronta recuperación de los agentes heridos.


Algo se está rompiendo a nuestro alrededor y es la falta de confianza en nuestros políticos. Se siente por todos lados que hay un cansancio psicológico enorme. Conocemos demasiado dolor de propios y extraños y nos preguntamos ¿a quién acudir y adónde mirar para no caer en la desesperanza? Porque las conductas de los violentos, tan terriblemente agresivas, reflejan sus personalidades frustradas llenas de insatisfacciones y no es justo que los demás las suframos y paguemos.

La gente de bien quiere trabajar y vivir. Vivir en paz incluso ahora en medio de enfermedad y muerte.

¿Adónde vamos con tanto descalabro? Es una pregunta sin respuesta.

 

Natividad Cepeda

 

 

 

 

 

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