jueves, 11 de febrero de 2021

A las diez de la noche toque de queda


Al caer la tarde la gente sale a la calle y se la ve yendo de aquí para allá sumergida en unos pasos sin prisa como queriendo alargar las horas. A las nueve de la noche todavía están las tiendas abiertas en espera de que se venda algo porque la pandemia ha enfriado las compras.

En las calles principales, como son las calles  Socuéllamos, de Don Víctor Peñasco, Doña Crisanta Moreno, paseo de Don Antonio Huertas y Avenida Juan Carlos I, hay viandantes paseando o haciendo la llamada ruta del colesterol, para quemar calorías, porque hasta los gimnasios están cerrados y también las piscinas y los bares, restaurantes, casinos…Solo las iglesias con un aforo del treinta o el cuarenta por cien están abiertas y se ofician misas y los asistentes son pocos y escasos. La última eucaristía  es la de la Plaza de España en la Iglesia de los siglos XVI bajo la advocación de la Asunción de Nuestra Señora, que es a las ocho de la tarde. En el templo es normal una asistencia de setenta personas a diario. Cuando la gente sale de misa parece que todo estuviera concluido y cuando en el reloj del ayuntamiento  dan las nueve, somos pocos los que quedamos en la plaza ay en las calles. 


El toque de queda. por culpa de la pandemia es hasta las diez de la noche y nos apresuramos a regresar a nuestros hogares por si nos multan o nos quedamos solos en mitad de las calles desiertas y solitarias. El gran pueblo con sus cuarenta mil habitantes al ir pasando por sus calles parece que está deshabitado.  Cuando llego a casa después de hacerme unos cuantos kilómetros compruebo que casi todas las ventanas y balcones tienen las persianas echadas, y en al ambiente flota una sensación de soledad y tristeza difícil de digerir.

Nadie dice que esta triste y acobardado. Nadie se queja pero se capta en el ambiente una angustia desmedida como si faltara esperanza para soportar tantas muertes y tanto dolor en este último año. Los dueños de los restaurantes, bares y agencias de viaje se han arruinado.  Y el porvenir, al igual que en el resto de España lo percibimos negro. Nos duelen los adolescentes y jóvenes que crecerán y maduraran arrastrando esta ruina y la deuda contraída para que ellos la vayan pagando. Y nos faltan tantos amigos fallecidos que acudir a los funerales nos encoge el corazón de pena y desaliento.

      


Ando por las calles y sigo andando para respirar el aire embotado en la mascarilla que me asfixia porque si no saliera a sentir moverse mis pies, y sentir el aire en mi cara, pareciera que no existiera. Me niego a rendirme pero pesa demasiado tanta desazón encima de mis hombros.  Andamos, y al cruzarnos unos con otros, nos desconocemos por estas mascarillas que no ocultan la sonrisa y tantos besos que no podemos darnos unos a otros. Es lo que hay y luchamos contra el desánimo porque la vida es tan importante que nos aferramos e ella por encima de mentiras y fraudes de tantos cínicos que nos manipulan y gobiernan a lo ancho y largo del mundo conocido.

Hoy  jueves, 11 febrero 2021 en el Diario El Mundo se ha publicado  un manifiesto firmado por ex dirigentes socialistas que  piden la destitución de Pablo Iglesias

La carta difundida por la plataforma "La España que reúne" acusa al vicepresidente de "socavar la imagen de nuestro país" Varios ex dirigentes de diversos partidos, entre ellos destacadas figuras socialistas, han difundido este jueves un manifiesto en el que se exige el "inmediato cese" del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, por "no creer en la dignidad democrática" de España y "socavar la imagen de nuestro país" en el extranjero. Publicada por la plataforma constitucionalista La España que reúne, el manifiesto cuenta con un total de 196 firmantes, entre los que se encuentran los ex dirigentes socialistas Joaquín Leguina, quien fuera presidente de la Comunidad de Madrid, y Nicolás Redondo Terreros, ex líder del partido en el  País Vasco.

196 firmas son escasas para lo que se escucha en contra del vicepresidente segundo del gobierno, hubiera muchas más de haberlas pedido.

Los confinamientos siguen siendo necesarios por lo que es un grave problema para la economía, aunque muchos piensan que si se les hiciera un PCR por ser una prueba optima, en seguida que se les confinan, los resultados serían un gran avance para seguir con las actividades en colegios, bares evitando tantos confinamientos durante días y días. Pero no es así y la tragedia se masca y se adentra en el alma.

A diario escucho el toque de campanas en su tañer doloroso anunciando que otro vecino más se nos ha ido. No nos quedan llantos, solo silencio y esperanzas rotas.

 

                                                                                                                        Natividad Cepeda

 

 

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