Lo mismo ocurre
por todas partes pues en todas las ciudades grandes y pequeñas de España se ven
carteles anunciando ventas se venden casas nuevas y viejas, tierras y naves,
solares y locales comerciales, muebles, ropas, periódicos, juguetes, libros….
¿Libros? Sí, tal cantidad es ofrecida a las tiendas de segunda mano que ya no
pueden comprar tanta oferta ofrecida de libros. Bibliotecas enteras heredadas
por hijos, sobrinos y cualquier familiar para los que los libros, son rémoras.
Esto no sólo
me lo cuenta y escucho, lo compruebo al ir a buscar y comprar en tiendas de
libros viejos como se encuentran verdaderas joyas hasta de incunables. y me
sube una congoja desde el corazón a la garganta dejando lagos húmedos en mis
ojos.
Y parece que
todo sigue igual porque el futbol, rey en todos los lugares de mi España, suma
programaciones y escaparates mediáticos y cantidades desorbitadas pagadas a
jugadores y se llenan los estadios. Me pregunto: y se preguntan otros muchos
como yo, ¿de dónde sale ese dinero. Esos millones de euros cuando nos faltan para
lo estrictamente necesario? Se alterna
el poder con la pobreza y el triunfalismo de la insensatez con el desencanto
instalado en muchos sectores de la vida española y europea.
Sin embargo a
ese rumor de marabunta que crece y crece no se le da la importancia que tiene
en realidad. La gente presume de respetar al otro, y no es verdad. Los que se postulan de izquierdas para
conseguir poder, acusan a los otros de imperialistas, obviando el lado
terriblemente oscuro de los millones de muertos que ha dejado el comunismo en
su Historia y deja actualmente donde existe. Y hay sucursales de retazos, de
apenas unas décadas de ese horror y
ausencia de libertad en los restos del muro de Berlín.

A bordo de
es navío viajamos todos con sublevaciones mediocres o sublevaciones malvadas
donde se enarbolan banderas dialécticas en favor de los desheredados de la
tierra para subir sobre sus espaladas los que claman una justicia en la que no
creen.
¿Empleo
público? Sí. ¿De dónde saldrá ese impuesto? otro engaño insostenible. Y además
en ese empleo público se exige trabajar como es debido. Pregunten, a los que
ven a los trabajadores por calles, plazas y parques como se hace ese trabajo a
la comunidad. Vergonzoso, pero nadie lo denunciará por miedo a represalias posteriores urdidas con maquiavélicos
manejos sórdidos desde el poder otorgado
por las urnas. En la calle se ve de todo y se escucha lo que no dicen los
programas de radio, televisión y periódicos. La calle todavía tiene algo de
natural libertad cuando nadie grava a los ciudadanos adormecidos y manipulados.
Todo lo expuesto lo he vivido y oído en la calle.
Natividad Cepeda
Arte digital: N Cepeda
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