Bajo las vigas de madera
del siglo XVI en lo que fue banco
de trigos bajo el reinado del mejor alcalde,
no sólo de Madrid, también de muchos otros lugares de España, el poco recordado
Carlos III, el de la Puerta de Alcalá, en el Pósito de Campo de Criptana se presentó el libro “Lugar al sol” del
escritor criptanense Valentín Arteaga. Libro publicado por Ediciones Soubriet
que recoge una serie de artículos publicado en el periódico del Común de la
Mancha que dirige Jaime Soubriet del que es colaborador fiel, cada quincena,
Valentín Arteaga. El prólogo de Santiago Lucas-Torres López-Casero Alcalde de Campo de Criptana, y
la fotografía de la cubierta, de Rufino
Pardo Valverde acogen en su interior vivencias de un caminante fuera de su
lugar de nacimiento. Lugar que no ha olvidado a pesar de la distancia de
kilómetros y de los años pasados fuera de sus calles y plazas.
El libro es una suma escrita de recuerdos de infancia, de personajes y
calles ataviados todos ellos con un lenguaje manchego con localismos
perdurables en nuestros pueblos españoles. Del hablar castellano desde tiempos
antiguos que perviven entre las gentes sedentarias de villas y aldeas, pueblos
y ciudades y, como dijo el autor ha
encontrado en esa América de habla hispana
en sus continuos viajes.

Entre las murallas vetustas del Pósito la voz
pausada del escritor se fue alojando en las vigas de madera, cálidas y viejas,
amparadoras de muchas otras voces del pasado. Y recogió entre los peldaños de
la escalera de madera, con pátina de polvo suspendida en lo alto del techo, la
presentación del concejal de cultura José Muñoz Violero y la lectura de un
extracto del prólogo del alcalde disertando sobre esa tierra de gigantes que es compendio manchego de acertijos y
rutas por el solar manchego. La noche salpicaba de agua los goznes del portón
de la entrada y deslizaba por las tejas lluvia mansa de otoño. En el piso de
arriba del Pósito, el editor, con voz entrecortada por la emoción,
recordaba ser un privilegiado por haber
conocido a Valentín Artega desde sus años de juventud, con diecisiete años
soñadores, y desde entonces él, y toda la pandilla seguían siendo amigos de
este escritor e intelectual del mundo. El público asistente mantenía un
silencio sereno. Y bajo el influjo de la voz de todos ellos la noche se deslizó
quimérica bajo las piedras del antiguo granero.
No hizo falta video ni música en la
presentación del libro, porque una vez más la palabra envolvió a todos en su mágica fuerza. El autor leyó
algunos de los textos del libro y dialogó posteriormente con los asistentes en
el coloquio final. Cuando detrás de todos se cerró la puerta del Pósito el aire
de la sierra ojeo mi libro y sus más de 217 páginas sintieron la fuerza
ancestral de la sierra cercana; la misma fuerza del autor del libro que como él
mismo dice camina en la ancianidad. Por
las calles, el hondón de la noche tomaba el pulso de las horas al escritor
residente en Roma al que por unas horas había recobrado. Aunque nada, ni nadie,
le ha podido hurtar a Valentín Artega las lindes de su alma unidas a su pueblo
y a las gentes manchegas. Porque no otro
pensamiento es este libro de “Lugar al sol”
Natividad Cepeda
Publicado en
el Diario Lanza de Ciudad Real
domingo 16
de noviembre de 2014
Arte digital: N. Cepeda
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