lunes, 24 de octubre de 2011

Mujeres, silencio continuado por sus muertes.

Apenas si nos paramos en escuchar la noticia de que una mujer ha sido asesinada hoy también. Casi no apreciamos lo que es traspasar esa puerta oscura de la muerte de los otros, porque sobre la costra del mundo, los otros, casi no importan. Se nos vende tanto elíxir  amparado en el dulce placer de lo inmediato que la muerte de los demás es una madriguera a la que no bajamos. Pero el olor de la muerte sigue siendo infernal y nauseabundo aunque en nuestra sociedad enfundada en maquillajes externos le pintemos la cara con frío de tanatorio y cubramos el habitáculo de flores engarzadas en coronas de adioses.
Prosiguen las muertes de mujeres y niños y en ese cortejo, las palabras ya han empezado a sobrar.  Entre  las hojas secas del otoño ya hay, mujeres secas y niños sin mañana.
Yo puedo escribir un poema desgarrado de dolor y de impotencia y dejar que por mis ojos el llanto brote en medio de mi soledad de mujer. Y puedo leer poemas de otros poetas que claman ante la injusticia  del poder establecido de cualquier otro tiempo pasado y presente, pero nada conseguiré si  las aves de presa siguen despedazando a sus víctimas.
"Woman" Obra de Inmaculada Lara Cepeda "Maku"
La muerte es un grito en contra de la vida, un abrazo de hielo sobre el hermoso río de la sangre, un fondo de lodo que enturbia al sol del corazón… Pero a la que nada, ni nadie, la detiene en esta sociedad, la nuestra, tan vanidosa de sus logros y tan henchida de malsano orgullo.


Los sociólogos presumen de su sabiduría empleando vocabulario novedoso para explicarnos, a los demás, oyentes atontados, que con consejos y premios sociales es posible cambiar en un instante la naturaleza humana; o mejor dicho, la cultura crecida y amparada en el seno ancestral del reino de los hombres.
El ocaso de nuestra sociedad es el ocaso de caminar de espaldas a nuestra propia realidad. Porque cuando ignoramos lo que sucede un día y otro también a nuestro alrededor, estamos escurriendo el bulto, dicho vulgarmente para definir, que mirar a otro lado, es una cobardía colectiva, por pensar que ese caso no nos atañe.
Las muertes violentas de las mujeres están dejando al descubierto las lagunas legales de nuestras leyes. La lógica empleada y difundida  desde el Estado que nos asiste y gobierna, vemos con estupor y miedo, que es incapaz de proteger a los más débiles. Porque junto a la línea  que nos dicen quienes somos hombres y mujeres, el infierno en la tierra nos pertenece por tortura y sufrimiento a las hembras. Hembras porque  damos fruto, fruto al que también se elimina para no dejar rastro alguno.
La soledad es patrimonio de la muerte, también es equipaje del sufrimiento callado.
No voy a volver a mostrar cifras y estadísticas sobre las injusticias que caen sobre mujeres y niños en el mundo, para qué, si de nada sirven. Tampoco volveré a mostrar las engañifas de nuestro almibarado mundo sociocultural, porque se demuestra día a día, que todos nosotros somos cómplices responsables de todo cuanto nos ocurre. Probablemente nuestra capacidad de auto- examen se ha mermado por carecer de sobriedad  y continencia, ya que el exceso  en todo lo ilícito es la regla general de nuestra convivencia. Y ya no nos queda donde esconder nuestra vergüenza de personas civilizadas de Occidente, porque la hemos perdido miserablemente. Tampoco nos queda llanto por las muertes violentas de mujeres, ahora hay que empezar a decir que lloramos por los niños, para así, tapar con otras muertes, las muertes que claman desde su tumba que sus verdugos siguen acechando nuevas víctimas.
Que Dios nos ampare, porque cualquier día nos puede ocurrir a cualquiera de nosotros.
Nosotros somos todos aquellos que tenemos madres, hijas, nietos… Aún los hombre y las mujeres nos necesitamos para seguir existiendo en paz, si esa palabra Paz, pasa a ser verdad y no una palabra hueca sin consistencia en las guerras cotidianas que nos envuelven.

                                                                                      Natividad Cepeda

           

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