lunes, 7 de abril de 2025

MADRUGADA

 

Una estatua de una persona

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.PRIMER ENCUENTRO POÉTICO-MUSICAL DE SEMANA SANTA 2025

PASIÓN Y LUZ

El pasado viernes día 28 de marzo, tuvo lugar en la iglesia de San Juan Bautista de la Penitencia del convento de las Hermanas Clarisas de Villarrobledo un recital poético musical donde participé junto a otros poetas. Se celebró organizado por las cofradías y los poetas Juan Lorenzo Collado y Julia Flores.

Mi poema fue dedicado a Nuestra Señora de la Esperanza que es una cofradía íntegramente formada por mujeres. Me hicieron entrega de la medalla de la Santísima Virgen de la Esperanza su presidenta.

Después del recital las Hermanas Clarisas nos obsequiaron con un licor de nueces excelente y sus pastas que confeccionan y venden desde la clausura y el torno. Dialogué con ella y sobre la Virgen de la Teja que apareció en ese convento hace 200 años. Fue una tarde noche maravillosa.

Mi poema lleva por título:

 

                               MADRUGADA

 


                                       A Nuestra Señora de la Esperanza

 

En las orillas del día, Inmaculada María,

Madre de todo mortal, nos emociona

tu llanto cuando vemos tu celestial rostro

de lágrimas mojado, y quisiéramos que el aire

se detuviera para ahuyentar tu tristeza

y tu pena por el dolor sufrido e inmerecido.

 

Madrugada, madrugada del Jueves y Viernes Santo,

luces de cera alumbrando a María Dolorosa

anegada de dolor entre claveles y rosas, espinas

y nazarenas portadoras de pesares, y de cruces

silenciosas: Nazarenos, compañero encapuchado

de Jesús el Nazareno ajusticiado en la cruz.

Tarde de llanto y lamento, de oración y penitencia

cogen su cirio de luz y acompañan en procesión

con el corazón transido a Cristo en su pasión.

 

De este pueblo que te aman y te ofrece

con fervor, Madre de nuestra Esperanza,

flores y cera para tu altar y carroza,

y para tu verde manto como las siembras del campo,

plegarias, y la sincera oración de las anderas

que te portan apasionadas de amor, Madre

de los creyentes que en Ti nos refugiamos.

 

Para Ti, traemos, racimos de costumbres,

nosotras, mujeres, que nos miramos

en tus ojos, esperando el milagro de tu amor

para calmar pesares, escondidos en pliegues

de nuestras penitentes túnicas, bajo la noche

estrellada escoltando tus preciosísimas lágrimas.

 

 

Vertemos en Ti, Madre del sumo Hacedor 

todos los sueños y anhelos, lucero del claro

cielo, y de toda galaxia del universo nuestros

días más amargos, y en Ti los depositamos,

y lloramos con tu llanto crecido en Villarrobledo

cuando en tú mirada vemos toda la angustia

del mundo, marcada por Cristo crucificado.

 

A Ti regresamos cuando anochece el día

y nuestra sed se calma mirando tu figura,

manantial de dulzura, huerto de nuestra vida,

música celestial y Madre de los silencios.

Remiéndanos el alma por tantas veces rota,

con fervor te lo pido, cruza por nuestras calles

y entrelaza nuestras vidas para de tu mano

encontrar a tu hijo; Virgen de mi Esperanza.

Madre del Dios vivo y faro de nuestra vida.

 

Por los alumbres del día la luna de abril

te besa, y se cobija en la aurora, esperando

tu salida desde tu templo a las calles,

de este pueblo que te adora, mi soberana

Señora, donde Dios en ti se hizo hombre

para morir en la cruz por amor y sacrificio.

 

 

En el mástil de la cruz quiero navegar contigo.

Madre del Resucitado, vela por la paz del mundo

y envuélveme cuando parta a los mares de otra vida

en tu maternal mirada, y cúbreme con tu manto,

María de la Esperanza, para navegar sin miedo

a los mares más eternos para encontrarme contigo.


Natividad Cepeda




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