martes, 17 de mayo de 2016

Mirando desde la ventana la Bodega-Almazara Virgen de las viñas


           
Desde la ventana se ve la puerta del museo Infanta Elena de Arte Contemporáneo, estático y callado, filtrándose la luz  desde lo alto del cielo, hasta los recónditos huecos de esa pinacoteca donde se guarda  el murmullo de los que han traspasado sus umbrales. Al fondo los triángulos de tejas  del primer lagar que construyeron los fundadores de esta catedral del vino; casi todos se han marchado hacia el sol del olvido.  Y como una nebulosa los depósitos donde se almacena los caldos vinateros de miles y miles de cepas, madres de racimos colgando de los sarmientos verdeando por mayo.  
Desde ese alfeizar el núcleo del museo empequeñece al  redondo, ahora museo etnográfico y al mirarlo tengo la sensación de que aquello no pasó y sin embargo recuerdo como se arrimaban los remolques a  las aberturas donde los pisadores descargaban con sus manos y los rastrillos las uvas llegadas de las viñas. 
Todo se quedó en el pasado y el redondo mudo parece olvidar en su circunferencia tantos anhelos y trabajos de los hombres y mujeres que lo soñaron y nos lo legaron. Por esas tejas curvas se han posado muchas lunas llenas y el sol las ha ennegrecido con su beso de fuego. en el verano y con su beso de frío en el invierno.
Desde esa ventana lo miré un día esperando al presidente de esta Bodega-Almazara de la Virgen de las Viñas y sentí que volvía un tropel de recuerdo de infancia. 
Regresaba mi padre y el Consejo Rector, del que formó parte durante algunos años, las controversias de las asambleas y los presidentes que he conocido y son viento de olvido. Esperaba  a Rafael Torres Ugena, actual presidente  de esta inmensa cooperativa mayor que muchos pueblos de España  con sus creo que tres mil socios; inimaginable para aquellos fundadores, y miraba  la puerta del Museo donde se albergan cuadros que no todos los tomelloseros han mirado. 
Sentía  mi pequeñez ante su volumen y mi corazón  lo sentía redondo como el del pequeño lagar donde yo vi moler las uvas. Hasta este trozo de Historia los reyes de España llegan, para que este pueblo que presume de trabajo duro y esforzado, nos dejen con su visita el legado de su visita para mostrarlo como un escudo de orgullo para el futuro, porque este pueblo que  no tiene escudos nobiliarios se siente honrado con los regios visitantes y falta espacio para alojar a los habitantes de Tomelloso en el recinto de la cooperativa mayo de Europa, porque todos quieren ver a sus reyes. Aunque luego digan algunos que son republicanos que de todo hay en la viña de la vida. 
A contraluz veo la fotografía  y regreso a los recuerdos. Aquellos primeros socios no pudieron imaginar que sería una alcaldesa, mujer joven y rubia como las espigas del trigo para la siega, la que  escogería ese lagar para recibir a los Reyes de España, porque cuando ese proyecto fue realidad, no teníamos ni rey ni reina por este reino español. Y nos faltaba voz a las mujeres en las leyes vigentes a pesar de saber sumar fanegas y cortar racimos.  Ninguno de ellos  imaginó  tantos cambios. 
Miro desde la ventana el Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena  que se inauguró el día 23 de noviembre de 2011. Tiene una superficie de 1700 metros cuadrados repartidos en 4 plantas, alberga la colección permanente que la Cooperativa Virgen de las Viñas ha ido adquiriendo a lo largo de los años a través de los certámenes de pintura que organiza anualmente. El día de su apertura  e inauguración fue presidida por Su Alteza Real la Infanta Doña Elena, y por eso lleva su nombre… Fue un acto protocolario  con la multitud sintiendo su orgullo al mostrar a una Infanta de España, lo que la pobre tierra manchega logra de las manos de sus labriegos.
Dejo de mirar a través de la ventana y escucho a   Rafael Torres Ugena, habla  pausadamente, con la mirada un tanto desvanecida entre lo que ven sus ojos y lo que percibe en el interior de su alma; dice estar contento, porque en las liquidaciones anuales la cooperativa está dentro de las mejores de España.  Pero no ignora que el mercado nacional del vino está difícil,  hay que salir a vender a Rusia, China, a otros países. Proseguir, dice, porque estamos desfavorecidos en muchos aspectos, hay que arraigar a las personas para que no emigren, la viña evita que la Mancha sea un desierto…  
Desde que se hizo cargo de la presidencia de la cooperativa mayor  de Europa,  ha introducido en ella cambios notables, la han modernizado, elevándola con las inversiones realizadas, hasta hoy, en una apuesta clara de futuro. Ese futuro que todos deseamos sea el legado que dejemos a nuestros hijos porque queremos  ser casi tan permanentes e inmortales como Cervantes y su inmortal novela, porque la historia se repite  y  entramos en el zaguán del libro y nos vemos reflejados en ese lugar sin nombre donde todos queremos habitar, porque necesitamos seguir teniendo ideales y soñar con un  hermoso porvenir. 
Rafael Torres Ugena, mira desde las fotografías oficiales con su porte serio e impecable a ese futuro donde, junto a Inmaculada Jiménez, regidora de este pueblo que se dice ser ciudad, han logrado que ocupemos una página en el diario de los acontecimientos que será relatado  por los archiveros de turno para demostrar que  por Tomelloso también  los reyes dejaron su firma en las barricas de nuestra bodega.

                                                                                                                         Natividad Cepeda
Arte digital; N. Cepeda


lunes, 9 de mayo de 2016

Retrato Inacabado del pintor Isidro Antequera


Un pintor nacido en La Mancha solanera y enamorado en La Mancha criptanense, Isidro Antequera López de Haro, cuando atesora más de nueve décadas en su memoria y en su andar por estas tierras nuestras, lo adoptarán como un hijo en ese pueblo alto donde los molinos son saludo y seña de permanencia y vida: Hijo adoptivo de Campo de Criptana, reconocimiento válido y lleno de gratitud a quien ha amado a lo largo de su existencia a esta villa molinera. 
Isidro Antequera, pintor de luz y color que camina por encima de este tiempo con su equipaje de pinceles y memoria de personas y acontecimientos narrados desde su voz que, al escucharlo nos devuelve a vivir en el pasado, que es el que nos da legado y presencia en el presente; pintor manchego, donde, desde su obra nos muestra etapas y vivencias atesoradas y plasmadas desde su visión pictórica y la luz casi extinguida, ahora de sus ojos. Se alojó niebla en su mirada y sus manos dejaron de trazar la belleza del color y la forma en los lienzos; le quedó una profunda tristeza alojada en el alma y la nostalgia de acariciar sus pinceles sin poder trazar figuraciones en los lienzos. Hijo de La Solana y ahora preferido y ensalzado en Campo de Criptana, el pueblo que él eligió libre para perpetuar su genética y su andar a través de la vida. Cuando ese acontecimiento solo sea un recuerdo recogido en fotografías y videos, en su corazón de anciano venerable quedará la dulzura de las palabras ensalzadoras, junto a la ovación de las manos anónimas que lo acompañarán cuando en el silencio siga escuchando las voces del recuerdo de ese día. Igual que el homenaje que se le brindó en el Auditorio Municipal de Ossa de Montiel, en la entrega del Premio Internacional de Poesía "Antonio Ruiz L. de Lerma" abril de 2011 donde fue el Invitado de Honor de esas Jornadas Poéticas el ilustre pintor D. Isidro Antequera, y los poemas a él dedicados. Vivencias y recuerdos de acontecimientos labrados en la piel inmaterial de nuestros lugares amados; de nuestro paso rápido por estos lares donde seguimos soñando al amparo de poetas, pintores y gentes de buen vivir y a veces, escaso pasar. Nosotros los que habitamos pueblos y ciudades en el corazón mismo de la llanura manchega. Para Isidro Antequera mi legado de palabras de afecto y admiración con los veros de este poema que él escuchó un día también de primavera.



Ruidera en mayo con Isidro Antequera

Por los cielos del Cerro Lobero
el crepúsculo dibuja la figura
de un viejo pintor,
y deambula
su sombra buscando la luz
a través de los ojos del alma.

Asegura Valentín Arteaga,
-poeta y servidor de Dios-
que Isidro Antequera,
solanero de bien,
es el que inventó la metáfora
pictórica de Campo Criptana
en el Rincón del Conde,
sin olvidar la lejana Toscana.

Yo lo he visto
pasear por la Mancha
con su mirada limpia y su sonrisa
amplia, y he tenido mis manos 

en las suyas, con la misma reverencia,
de quien recoge
agua de la pila bendita.

Porque Isidro Antequera es hombre
de paz y de templanza
Dios le besó
una madrugada la mirada;
fue tanto el amor que recibió,
que desde entonces,
no pudo ver otra cosa

que no fuera el latir
del corazón humano.

Desde ese día, Isidro Antequera,
es un retrato inacabado
de dulzura en la costra astral
de la melancolía.
Y también, es amor
de materia cromática, en las creaciones
que plasmó en sus cuadros.
Porque nadie ignora, amigo mío,
que la vida es similar a la sonrisa
bellísima de un niño,
o a la esperanza, que alberga
tu mirada, a pesar de la oscuridad
de tus ojos, yo bendigo haberte conocido.

Por los cielos de mayo, Antequera,
retrata el alma de Ruidera,
en el paisaje eterno de su alma de artista.



                                                                              Natividad Cepeda


Mancha Información  08/05/2016